El canterano desbloqueó un partido cerrado en el que Roma fue mejor, obligando a Bayer Leverkusen a ir con todo en el partido de vuelta para conseguir un billete a la final de Budapest.
Lo consiguió el equipo italiano, pero no sin susto en los compases finales. El que provocaron Ibáñez y Rui Patricio al chocarse y dejar suelto el balón en el área que Jeremie Frimpong no supo aprovechar.
Pero nada pudo derribar el muro giallorosso. Abraham se dejó los pulmones en cada carrera. Dybala y Georginio Wijnaldum aportaron frescura en la presión, y Bryan Cristante jugó como si llevara toda su carrera de central.
José Mourinho le ganó el primer duelo a Xabi Alonso, su alumno. Pero la eliminatoria sigue muy abierta de cara al 18 de mayo en Alemania. Bayer Leverkusen se decidirá todo, aunque Roma viaja con ventaja.