La nadadora estuvo postrada seis años en una cama y el agua la recuperó ya que lleva en sus espaldas a los 21 años varias maratones de aguas abiertas. En diálogo con Buenas Noches dejó importantes detalles de la dura situación que padeció. "Hace mucho que no venía a Paraná, yo vivía en Rosario y después de muchos años vuelvo para estar en el agua. Hasta los 36 años tenía una vida normal y de la nada empiezo a tener síntomas respiratorios y me quedaba sin voz, de la noche a la mañana me quedo con ese problema y pensé que era algo transitorio pero resultó ser que estuve 6 años con problemas respiratorios agudos, tenía una gran inflamación y recorrí todos los médicos que pude en Rosario y Buenos Aires, nadie me diagnosticaba y viví durante esos años una internación domiciliaria ya que no salía de mi casa porque cualquier factor externo me hacía mal", repasó. "Cuándo me pude alimentar pude ir a un traumatólogo porque me dolía la cintura, no me encontró nada y me sugirió yoga, pilates o natación y ahí empecé a nadar en el club Palos Verdes de Rosario y me di cuenta que cuánto más nadaba mejor me sentía de mis síntomas respiratorios y al sentirme bien me entero que había una carrera en Entre Ríos y me anoté", continuó.
"Me dijeron que era una locura nadar en aguas abiertas pero me anoté en la más corta y me di cuenta todas las dificultades que había en una carrera pero me anoté y que difícil podía ser si lo más difícil lo dejé atrás y el llegar a la meta me empoderó", señaló Anila.
La Villa Urquiza- Paraná y su pálpito: "Participé de carreras de 10 kilómetros y estoy preparada física y mentalmente para hacerla pero hay dos cosas, una mi trabajo con el del entrenador que estoy preparada para nadar 4 a 5 horas pero dependemos del clima, dependemos de dios", cerró la competidora.