Fue un partido sin complicaciones para el N°10 del mundo, que logró desplegar una gran versión de su juego, se mostró sólido en el polvo de ladrillo (sólo cometió 10 errores no forzados) y cortó una mala racha de cuatro derrotas de manera consecutiva.
Ahora le tocará enfrentar a un rival con mayores armas que el nacido en Taipei (680°). Será ante Bedene (56°), quien llega a esta instancia tras superar al francés Adrian Mannarino por 7-5 3-6 7-5 6-2 y tendrá su cuarto enfrentamiento ante Schwartzman, el primero desde 2019. El historial entre ambos tenistas lo lidera 2-1 el europeo, más allá de que el último triunfo fue para el argentino.