Los simpatizantes les dieron aliento a los jugadores y Fabián Cubero fue uno de los más ovacionados por la gente. Otro de los top de la gente fue el entrenador nacido en Crespo, quien luego de la práctica fue a almorzar al Ferroviario, una imperdible parrilla con el ADN de Vélez ubicada a 50 metros del estadio Amalfitani (el salón comedor tiene vista hacia una de las tribunas).
Ya en el campo de juego, el entrenamiento se basó en trabajos en cuatro zonas, con cuatros arcos defendidos por los arqueros, un ejercicio basado en la posesión en espacios reducidos.
"Más tarde, por equipos, se enfrentaban en cada arco grande de la cancha. El ejercicio constaba de triangulaciones por las bandas, con centros a un jugador que entraba por el segundo palo y debía anotar. Buen rollo de los jugadores y el hincha que gritaba ante cada conquista", describe la web de Vélez.
La definición de tiros libres fue el cierre de una práctica distinta y muy divertida. El plantel continuará la preparación mañana, desde las 9.30 en la Villa Olímpica.