Ante el constante interés del Barcelona y en medio de tantos rumores, el propio delantero se encargó de transmitirles su decisión tanto a sus compañeros del plantel como a Diego Simeone y Miguel Ángel Gil Marín, entrenador y máximo dirigente del Atlético de Madrid, respectivamente.
Para evitar que la situación se asemejara a la del año pasado, la dirigencia del equipo Colchonero pidió al delantero que cortara de raíz con las especulaciones y expresara su intención, que según asegura Marca, diario de Madrid, encontró una respuesta sincera del delantero: finalizar el ciclo de cinco temporadas en el Atlético y ponerse la camiseta de un grande de Europa.
De esta manera, en Barcelona empiezan a ilusionarse con poder contratar de una vez por todas al francés, que desde el 1 de julio tendrá una cláusula de rescisión de 120 millones de euros, de los cuales el 20% (24 millones) le corresponden al Real Sociedad, el club que lo vio nacer. El final de una etapa, muy cerca de hacerse oficial.