"Me pone mal no llevar la copa a La Boca. El segundo tiempo fue parejo como en el primero, River no nos llegó con claridad en los 90 minutos. En el alargue, el hombre de más facilitó el control de ellos", dijo el DT de Boca. Luego, contó qué le habló con su equipo: "Les dije que me había sentido representado y se los agradecí de corazón, dieron todo".
Como jugador Guillermo Barros Schelotto había ganado absolutamente todo con la azul y oro: torneos locales, Copas Libertadores e Intercontinentales. Un ídolo indiscutido. Como entrenador aún no pudo dar ese salto de calidad. Hoy se le escapó una buena oportunidad para terminar de meterse en la mesa de los campeones junto a gigantes como el Toto Lorenzo, Carlos Bianchi y Miguel Russo. El Mellizo, otra vez, terminó arrodillado ante River nada menos que en la final de la Copa Libertadores.
Si bien es cierto que el Mellizo ya había conseguido el bicampeonato del fútbol argentino con el conjunto de la Ribera, aún cargará con la mochila de la carencia de títulos internacionales de Boca de los últimos 10 años. El ídolo como futbolista no se trasladó al banco de suplentes.