Todos los implicados negaron el hecho y se archivó la causa, pero la reabrieron tras una apelación de la Fiscalía, la Liga de Fútbol Profesional y el Deportivo La Coruña, que por el resultado de ése partido perdió la categoría.
Como pruebas figuraron el reparto de 965.000 euros que el conjunto Maño depositó en las cuentas bancarias de nueve de sus futbolistas (junto con las del DT y el director deportivo) cuatro días antes del partido.
El juicio podría ser en seis meses, y por el delito de "alterar de manera deliberada y fraudulenta el resultado de una competición deportiva profesional" la pena es de entre seis meses y cuatro años de cárcel, además de una multa económica y la inhabilitación de uno a seis años.