Pero cuando llegó al segundo tramo, desde la organización no le permitieron largar por cuestiones de seguridad. "Vinimos a hablar con los oficiales y nos dijeron que íbamos a largar, que no nos preocupáramos. Les dijimos, si nos tenemos que cambiar e ir a finalizar la etapa ahora, vamos, nos tenemos problema. Nos dijeron que descansemos, que estaba todo bien. Ahora están viendo qué tiempo de penalización nos ponen porque no es abandono y tampoco nos salteamos los waypoints; solo fue una decisión de la organización por seguridad", contó Roberto.
En cuanto al problema con el alimentador del motor, Naivirt comentó: "Ayer fue una etapa fácil, divertida pero se nos complicó. Superamos todas las pruebas difíciles de Perú sin problemas y ayer, que era la más fácil, se rompió el turbo de la camioneta. Por suerte lo pudimos solucionar. Venía atrás nuestro Omar Gándara, quien tenía un turbo de repuesto, nosotros no teníamos, y con él siempre nos vamos dando una mano, y pudimos seguir".
Y agregó: "El problema lo tuvimos a 4.500 metros de altura. No nos afectó la altura pero, cuando apurábamos un poco el ritmo de trabajo, nos agitábamos. La verdad es que se arrimó mucha gente y, entre ellos, había unos chicos que eran mecánicos y nos dieron una mano en el desarme, y así lo cambiamos. Tardamos dos horas. Seguimos, y cuando llegamos al segundo tramo, que ya era de noche y estaba lloviendo, con granizo, viento, frío, y no nos dejaron largar por seguridad, porque había mucha gente que había ido a ver la carrera que estaba bajando".
Con respecto al compañerismo, y principalmente con Gándara, el de Del Viso expresó: "Siempre nos vamos ayudando. Ahora para la etapa maratón nos hemos puesto de acuerdo de llevar uno algunos repuestos y el otro, otros para no cargar tanto las camionetas".
