El inicio fue frenético, con altísimo goleo de los dos lados e individualidades destacadas (Díaz por un lado, Conte Grand por el otro). Y en ese vértigo, el local encontró respuestas. Porque la esencia de su juego pareciera ser la transición y justamente era lo que le venía a proponer el rival. Marcó 26 puntos en el primer cuarto y apenas permitió 16.
No obstante, lo mejor de los entrerrianos se vería en el segundo chico: generando muchísimas pérdidas y complicando con una defensa infernal (interesante San Martín). Apenas algunos destellos de Encina sostuvieron a Neuquén, aunque tampoco fue suficiente. La diferencia al descanso fue de 24 (51 a 27).
Ya en el complemento, la visita intentó volver al juego colocando en cancha su mejor quinteto, pero ni eso fue suficiente. Entre Ríos, agrandado y con el respaldo de su público como aliado, estiró cada vez más y sentenció la historia mucho antes del cierre.
El cuarto final estuvo de más. Bah, no tanto: sirvió para que Conte Grand luciera su inmenso talento y también para que el local se llevará los aplausos del público, que acompañó y le dio un buen marco a la segunda presentación de su seleccionado.
Prensa Feber