Luego de su promisorio debut en Defensa y Justicia y algunas actuaciones en las que ilusionó a más de un hincha de Racing, Brian Fernández había recalado en Sarmiento de Junín, tras varios episodios de adicciones y ausencias a entrenamientos.
Los problemas de Férnandez incluyeron dos casos de doping positivo, en los controles de los partidos ante River, por el Torneo Local, y ante Guaraní de Paraguay, por la Copa Libertadores 2015. Como consecuencia del dopaje, había sido sancionado con una suspensión por varios meses y, durante ese período, se sometió a un proceso de rehabilitación para superar la enfermedad. Sin embargo, a principios de este año supo protagonizar un escándalo al querer evitar un control de alcoholemia en plena madrugada.