Es que era fundamental para los de Gregg Popovich recuperar la ventaja de localía que habían cedido tan fácil y rápidamente. Con Kawhi Leonard como hombre fundamental, por lo que aporta en ambos costados del parquet (anotó 26 puntos, bajó 10 rebotes y dio siete asistencias), esta vez apareció la esperada colaboración de LaMarcus Aldridge, quien no venía cumpliendo el rol que se esperaba de él. El ala-pívot marcó 26 puntos, ganó siete bolas en los tableros e hizo cuatro bloqueos.
Con estos aportes más los intangibles que suelen proveer los hombres de experiencia como Pau Gasol y Emanuel Ginóbili (no anotó en sus 16 minutos en cancha), los Spurs pudieron disimular la ausencia de Parker y tomaron la delantera en la serie ante los Rockets, que volvieron a depender de la inspiración de James Harden, que anotó 43 puntos.
Ahora, con el 2-1 en favor de San Antonio, el duelo continuará mañana, nuevamente en Houston. Un triunfo dejaría a San Antonio a un paso de las finales de conferencia, mientras que un empate en la serie le agregaría aún más cansancio a una equipo que viene de un desgastante 4-2 ante Memphis Grizzlies.