La historia arrancó desfavorable para Argentina, por la gran potencia de Marin Cilic, pero terminó siendo muy pareja por la enorme remontada del azuleño, quien se ahogó en la orilla después de igualar en dos.
En el set definitorio, Cilic cambió el chip, comenzó con el pie derecho y un quiebre a favor. Delbo siempre corrió de atrás y, desgastado, no pudo seguirle el ritmo. Así, el europeo amplió su dominio en el historial mano a mano: le ganó en sus tres enfrentamientos (el último había sido este año en el polvo de ladrillo de Ginebra).
Argentina, por su parte, nunca pudo celebrar, al caer en las cuatro finales que disputó. Las mismas fueron 1981 (Cincinnati ante Estados Unidos), 2006 (contra Rusia en Moscú), 2008 (en Mar del Plata frente a España) y en 2011 (de nuevo ante España, aunque en esta ocasión en Sevilla).
Ahora, Ivo Karlovic saldrá a jugar ante Juan Martín Del Potro, la principal esperanza de la legión argentina.
