Mayer hizo oídos sordos a los murmullos que cuestionaban la no inclusión de Del Potro en los puntos definitorios y se llevó el partido por 4-6, 6-3, 6-2 y 6-4. Sin dudas que este es un golpe anímico fundamental para el Yacaré que no venía jugando en gran nivel y que de hecho había tenido un año muy malo, sin participar siquiera de los torneos más importantes, y sólo jugando challengers.
Leo empezó jugando un poco dubitativo y muy erraticó, mientras que su rival se hacía fuerte como local para llevarse el primer set. Pero en el segundo y tercer juego todo cambió: el argentino empezó a meter el primer saque y a estar más seguro en cada golpe. De esta manera se llevó los parciales para ponerse 2-1.
En el cuarto set, Mayer siguió jugando tranquilo y especulando con la desesperación de su rival que cometió varios errores no forzados producto de los nervios.
Argentina tendrá la posibilidad de volver a jugar una final de Copa Davis. Será frente a Croacia en noviembre que dejó en el camino a Francia en la otra semifinal del Torneo. El equipo que comanda Daniel Orsanic tendrá la chance de ganar la ensalera de plata, esa que hace tanto tiempo nos es esquiva.