Hamskik, la estrella eslovaca, no defraudó y condujo a su equipo hacia la victoria con una actuación destacada en colaboración con la timorata defensa rusa. Él y Weiis, con un par de zarpazos en la primera parte, abrieron el camino hacia los tres puntos que necesitaba Eslovaquia con urgencia, luego de la caída ante Gales en el debut.
Rusia, que albergará el próximo Mundial y que hasta ahora fue noticia por los desmanes que hacen sus hinchas, mostró un nivel pobre y se jugará el pasaje a octavos en la última fecha ante los galeses, que mañana van contra Inglatera.