En las últimas fechas, Patronato se había quedado sin si principal virtud. Facilidad para generar situaciones de gol, y como consecuencia, se habia quedado sin gol.
La rotación ha sido en la era Delfino una de las principales variantes que ha dado buenos resultados. Sin vértigo por los costados, el entrenador tuvo que seguir buscando. Y otra vez le salió bien. Probó con Lautaro Comas que casi convierte en el Sur ante Guillermo Brown. Y anoche, se destapó en la victoria 3 a 1 ante Instituto de Córdoba.
En el SuperDeportivo, compartimos La Vida Color de Comás ( Fuente: Facebook Ezequiel Ré. Periodista)
Lautaro, el pibe de las inferiores, apareció en el momento en que Patronato necesitaba frescura ofensiva. Su rebeldía fue contagiosa y el equipo mejoró en rendimiento. Con presión en el medio y mejoras por los carriles el Negro vuelve a esperanzarse con el ascenso directo. Ayer victoria 3 a 1 sobre Instituto de Córdoba.
El equipo está segundo, pero misteriosamente tras los cinco partidos sin victorias (4 empates y una derrota) la desesperanza se había adueñado del pueblo rojinegro. Y si el panorama era difícil por la falta de resultados, la goleada de Atlético Tucumán en Pergamino el domingo, era otra fuerte cachetada a la ilusión Santa.
Entonces el clima, en la previa con Instituto no era el mejor. Una bandera colocada detrás del arco que da a calle Grella, solicitaba "actitud" a los futbolistas. Indudablemente la sequía en puntos no dejaba advertir la situación en la tabla. Segundo y con la posibilidad de definir en su casa en caso de jugar el reducido por el segundo ascenso. De yapa, la posibilidad de medir fuerzas con Instituto. Los cordobeses venían de levantada futbolística, anímica y en puntos en la tabla en esta complicada temporada de B Nacional.
Iván Delfino, fustigado por los cambios en el segundo tiempo en Brown de Madryn que no le permitieron cerrar en victoria aquel partido, esta vez dio en la tecla.
Dejó en cancha al juvenil Lautaro Comas en su segundo partido consecutivo como titular, mandó al banco a Matías Quiroga (el referente ofensivo pero sin gol y arrastrando alguna dolencia física), mandó a la cancha a Diego Jara, el goleador del equipo. Pero eso no es todo, mantuvo en cancha al irregular Orfano (esta vez hizo un gol y asistió en otro) y le siguió dando minutos a Garrido. Comas fue clave para el triunfo y terminó aplaudido de pie por los hinchas, cuando fue reemplazado en el segundo tiempo. Comas tiene 20 años y siente la camiseta como su propio cuero. Comas va al suelo, corre rivales de atrás para sacarle la pelota, corre por las bandas, hace la pausa. Para Comas Patronato es una causa, no una consecuencia. Comas es gambeta de aquí para allá. Asiste en un gol y marca otro. Comas se abraza a la bandera que recuerda a su amigo fallecido, Alfonso. Besa esa bandera con emoción, como besa la camiseta de su club. Pibe de barrio.
Seguramente anoche lloró por tantas emociones. El gol, su actuación, la victoria y ese amigo del alma que lo acompaña siempre y que hoy cumpliría años.
Comas encendió el motor y el resto se sumó al pique futbolístico. Sólidos atrás casi siempre, con un gran trabajo en la presión en la mitad de la cancha para no dejar jugar a Instituto. Marcos Quiroga y Marcos Minetti tuvieron una tarea cinco barra cinco. Borraron al enganche Bernardi y nadie de la Gloria se atrevió a pasar por ahí. Prohibido circular entre los doble cinco. La actitud no faltó. Y sumó para el triunfo.
Cuarenta y cinco minutos bastaron para derrotar al desconcertado equipo de Rivoira. Que llegó a Paraná con un esquema ofensivo (3-4-1-2) pero casi nunca entró en juego. Porque en el segundo período alentados por un descuento después de un penal inexistente, el Santo se cerró bien y molestó de contragolpe.
A los ojos de la tevé, y para los que pensaban que Patrón se caía, los rivales tomaron nota. Una noche, de lluvia, de tormenta, de viento el Santo tuvo su eclipse de fútbol. Comas le puso la pimienta que el equipo necesita. Dentro del molde 4-4-2 rompió estructuras.
Y mientras el equipo se sume a la rebeldía joven del pibe surgido de La Capillita de don Isaac Clariá Patrón acrecentará sus chances de ascenso. Atendiendo que Comas sea parte. El resto debe sumar lo suyo. La rebeldía del juego y de tirarse al piso para recuperar una pelota, esa es la forma. Parecía que la ilusión podía esfumarse. Pero volvió una noche. En la noche de Comas. Con el recuerdo de Alfonso.
Lo bueno
* Gran tarea de Comas para armar juego. Mejoró Orfano y Jara no falla. Claves del 3 a 0 parcial.
* La dupla de volantes centrales Minetti-Quiroga. Gran tarea para neutralizar el juego rival.
Para ver
* Andrade salió fuerte y mereció la roja. Menos rigor y mayor tranquilidad defensiva.
* En el segundo tiempo el rival inquieto y ganaron las espaldas de Geminiani. Atento.
En la foto Lautaro Comas honra la memoria de su amigo Alfonso fallecido en un accidente de tránsito.
