Pero apenas la delegación del Ciclón regresó al país, la bronca pareció estallar y nadie se está guardando nada. El primero en disparar sin reparos fue Néstor Ortigoza, que apenas llegó a Ezeiza acusó haber jugado "en el patio de la casa de ellos" y que "el árbitro se reía con ellos".
Ahora, el que se sumó al malestar y continuó echándole más leña al fuego fue Juan Ignacio Mercier, quien disparó: "Cada nena que tocabas se caía y te cobraban foul. Tendrían que venir acá a jugar un ratito".
Tras esto, enseguida el Pichi se encargó de destacar a los suyos: "Nosotros no pasamos vergüenza. Estamos muy tranquilos del planteo que hicimos... Fue muy bueno, sabíamos que si salíamos a jugar de igual a igual nos íbamos a regalar". Y cerró: "Estamos tranquilos porque hicimos un buen papel, nos fuimos con la frente en alto".