Messi había arrancado el partido en el banco de suplentes, pero al momento en que salió a calentar el estadio estalló coreando su nombre. Pero ahí no terminó todo, sino que fue en aumento. Debido a la presencia del 10 argentino en la cancha, tres fanáticos decidieron aventurarse al campo de juego para hacer contacto con él.
A los 63 minutos de partido, el primer fanático ingresó a la cancha y recorrió varios metros con su celular en la mano para abrazar a la Pulga y sacarse una foto. Pero su intento falló al ser derribado por los agentes de seguridad.
Algunos minutos más tarde, otro hincha entró con un fibrón en mano, logró llegar hasta el astro argentino y se arrodilló para que el firme la espalda.
Un tercero se aventuró sobre el cierre del encuentro. Sin embargo, no estuvo ni cerca de concretar su cometido.