Ronaldinho y Roberto, a su vez el encargado de sus negocios, fueron trasladados en dos patrulleros al Hotel Palmaroga, en la popular calle Palma y propiedad del grupo español Barcelona. Allí esperaban al astro unos pocos conocidos y un grupo de periodistas. Ya en el interior, los dos hermanos se limpiaron las manos y cumplieron con el protocolo establecido debido a la pandemia de coronavirus. También les tomaron la temperatura.
Minutos antes habían salido de la Agrupación Especializada, ubicada a unas siete cuadras del hotel y dependencia de la Policía Nacional que funciona también como cárcel.
El exjugador y su hermano disponen de una habitación para cada uno en ese hotel, donde estarán sometidos a una custodia policial y con la prohibición de salir de Paraguay.