Erik Ramírez, a los 48 minutos del segundo tiempo, marcó el gol con el que el conjunto de Diego Maradona se impuso en Avellaneda, por la fecha 21 de la Superliga. Después del emotivo recibimiento que recibió el técnico del Lobo, hubo poco fútbol en Avellaneda. Los minutos iniciales resultaron prometedores, pero después todo se diluyó poco a poco.
El comienzo del juego tuvo al conjunto platense como protagonista en los primeros minutos, debido a llamativos errores defensivos del conjunto de Avellaneda. Matías Pérez García, con un intento de emboquillada y un cabezazo, fue el jugador del Lobo que más cerca estuvo de abrir el marcador en el primer cuarto de hora.
La más clara de Independiente, en tanto, llegó tras una buena acción colectiva que Andrés Roa no pudo concluir por una oportuna intervención de Paolo Goltz.
El complemento presentó la misma dificultad para ambos al momento de producir situaciones de riesgo. Un cabezazo débil de Roa para el local y un intento desde lejos del paraguayo Víctor Ayala que exigió a Martín Campaña fueron las pocas oportunidades de romper el cero en los arcos hasta que el juego entró en su recta final.
En el descuento, un error de Campaña le sirvió el gol al ingresado Sebastián Cocimano, pero el juvenil, con el arco vacío, definió desviado. Parecía todo perdido, pero un contragolpe le dio la chance a Ramírez de rematar desde adentro del área.
La fortuna estuvo de parte del volante que a los 32 había reemplazado a Maximiliano Cuadra, porque la pelota rebotó en Sánchez Miño y se coló por encima de Campaña para disgusto del público local y la alegría de todo el Lobo. Independiente continúa sin poder despegar bajo a conducción de Lucas Pusineri, con el que ganó apenas uno de los seis partidos que jugó.
Gimnasia rompió una racha de cuatro partidos sin victorias. El Lobo sigue en zona de descenso, pero al menos sumó un triunfo que puede ser importante desde lo anímico para lo que resta de la temporada.