Pac Man, que llegaba como campeón regular, fue ampliamente superior a su rival, pero la decisión de los jueces no fue unánime. Uno de ellos lo vio ganador al local por 114 a 113. Los otros dos, sin embargo, registraron sendas tarjetas por 115-112 favorables al filipino, que divide su vida entre los guantes y la política.
Ya desde el primer round quedó claro que se vería un combate con mucha acción. En esa vuelta ambos boxeadores intercambiaron golpes. Pero el que pegó mejor fue Pacquiao, que mandó a la lona a su rival con un gancho de derecha. El estadounidense, de 30 años y que aún no había sufrido derrotas, aguantó los pocos segundos que quedaban antes de que sonara la campana.
El filipino dominó con claridad hasta el séptimo. Después, Thurman salió de la defensiva y llegó a poner en aprietos a la superestrella asiática. Pero fue el crédito de la Florida el que peor la pasó.
En un atractivo décimo asalto, Pacquiao lo golpeó en la zona hepática y lo dejó sentido, cuando faltaba un minuto y medio para el descanso. Thurman se las arregló para evitar el desenlace temprano y, en los últimos segundos, atacó al filipino, ahogado por la búsqueda del nocaut. No le alcanzó para eludir la mejor impresión que dejó Pacquiao.
Pacquiao llevó su récord a 62 triunfos (40), siete derrotas y dos empates.