Economía ¿Quién controla cumplimiento de la ley?

El Ventilador: Trabajadoras de casas de familia, logros y desafíos

Por horas, para tareas específicas, con cama adentro, muchas son las formas que existen de trabajar en esta actividad, más demandada en algunas épocas que en otras. La crisis actual, ¿favorece a la informalidad? El tema, en El Ventilador

Desde el siglo XX a esta parte son miles los trabajos y profesiones que han nacido y desaparecido de forma vertiginosa. Y sigue sucediendo cada vez con más frecuencia.

Sin embargo, todavía nos siguen acompañando algunos trabajos y profesiones que se remontan largo en la historia y no parecen estar en vías de extinción, al menos todavía.

El de las trabajadoras de casas particulares es un ejemplo de esas actividades tan antiguas, que habría que remontarse siglos en la historia para entender cuándo fue que nació.

Por horas, por períodos, para tareas específicas, con cama adentro, muchas son las formas que existen de trabajar en esta actividad, más demandada en algunas épocas que en otras. Pero una de las características que atravesó casi todas las épocas de existencia de este trabajo, es sin dudas la informalidad.

La ausencia de una norma que regule la actividad y las incluya dentro del sistema laboral formal, hizo que por décadas estuvieran desamparadas, sólo en manos de la voluntad de los empleadores.

Desde hace unos años, la Ley Nacional 26.844 nació para regular las condiciones laborales del trabajo en casas particulares. Escalas salariales, licencias y aportes previsionales, son sólo algunos de los aspectos que abarca y busca regular.

Pero... ¿Cumplen realmente con lo que establece la ley aquellas personas que contratan a empleados para tareas domésticas? ¿Cuáles son los abusos que hoy siguen sufriendo los trabajadores de este sector?

La creación de un sindicato que las nuclea, fue una de las características que sobrevino inmediatamente a la promulgación de la ley.

En Entre Ríos, la Secretaría de Trabajo y Seguridad Social entrega una libreta a todos los trabajadores de casas particulares, en cumplimiento por lo dispuesto en la Ley Nacional. A pesar de ser obligatoria, la nuestra es la primera provincia en implementarlo. Esta libreta, además, es un documento público que resulta probatorio de la relación laboral y facilita la fiscalización del acceso a los derechos por parte del empleado.

Aun así... ¿qué porcentaje de informalidad sigue sufriendo este sector en nuestra provincia? ¿Existe todavía desconocimiento real de la ley por parte de empleados y empleadores?

Por otra parte, las épocas de crisis económicas han sido siempre un factor para el alto desempleo en este sector. Y ante la necesidad de un ajuste en la economía hogareña, el de los trabajadores domésticos suele ser una punta que entra primero dentro de esos recortes. Pero, al mismo tiempo, se sabe que la misma crisis impulsa muchas veces a las personas a encontrar en esta tarea una salida laboral temporal e inmediata.

En este sentido, una crisis como la actual ¿favorece a la informalidad y abuso salarial en este ámbito?; ¿Quién controla el cumplimiento de la ley en un trabajo que se realiza dentro del hogar?
"Respecto al año pasado, en cuatro meses superamos el número de trabajadores que pidieron la libreta"
Dr. Fernando Quinodoz, Secretario de Trabajo y Seguridad Social, resaltó que "los registros que tenemos son las altas de la AFIP. No todos los trabajadores de casas particulares concurren a la Secretaría de Trabajo a pedir la libreta. Ha habido un incremento importante en este número".

"Se debe blanquear a todos los trabajadores. Se les debe dar una ART como corresponde. El alta en AFIP debe darlo el empleador. Luego la trabajadora o trabajador debe concurrir a la Secretaría de Trabajo para solicitar su libreta de trabajador de casas particulares. Esta medida es a nivel nacional pero luego cada jurisdicción desarrolla su libreta dentro del marco de la Ley 26.844 que es la que regula la actividad", remarcó.

Comentó que "la libreta es intransferible, tiene un número que coincide con la ficha que llena el trabajador. Una vez que se terminaron las hojas se le brinda una nueva. Es probatoria, es un documento que debe tener el trabajador. Tiene la aptitud psicofísica y el certificado de buena conducta".

Resaltó que "quien no cumple con la inscripción como corresponde le cabe una multa. Es un registro provincial".

"Nosotros tenemos potestad para controlar, pero no para ingresar a los domicilios. Ante la denuncia por lo general se nos informan los horarios en que limpian la vereda y vamos, o si no tocamos timbre y si salen podemos constatar. Vamos ante una denuncia, no golpeamos casa por casa. La denuncia no es necesario que sea personal, cualquier persona puede hacerla", agregó.

Asimismo, dijo que "el empleador debe brindar los elementos necesarios para garantizar la seguridad. Manipulan químicos y otros líquidos. Tienen que tener guantes, barbijo y demás. No se trata de un uniforme".

"En el caso de los cuidados no terapéuticos, si se contrata a un enfermero para que esté en el domicilio cuidando a una persona enferma, no entra dentro del régimen de trabajadores de casas particulares sino dentro del régimen de ATSA", aclaró.

Además, recalcó que "a partir de los 16 años, con autorización de los padres, pueden trabajar en casa de familia, pero siempre con retiro, con jornadas de no más de 6 horas".

"Se están realizando campañas de la necesidad del trabajador para que adquiera su libreta, de que el empleador lo blanquee. Durante todo el 2018 en la Secretaría de Trabajo solicitaron la libreta 247 personas. En los primeros cuatro meses de este año ya van 302. Estamos diagramando un abordaje territorial en la provincia para que sea accesible a todos", indicó.
"Queremos una libreta nacional, no provincial"
Manuela Muñoz es Secretaria General del Sindicato de Empleadas en Casas de Familia de Entre Ríos. "Hay campañas internacionales para eliminar el... `es la chica, es la señora, es la nana`, somos trabajadoras, así lo dice la ley y así queremos que nos llamen".

"Cuando iniciamos, hace 13 años, lo vimos con una visión de trabajadoras, formal, pero trabajamos dentro del hogar, por eso dentro del nombre, elegimos `familia`, trabajamos con personas, con familias, principalmente. Buscamos el nombre de Empleadas de Casas de Familia. Siempre aclaramos que si bien trabajamos dentro del hogar, no somos parte de la familia", afirmó.

Para Muñoz, "hay mucha deslealtad entre las trabajadoras, de decir `cobro menos aunque no me blanqueen, con tal de que me tomen, con tal de trabajar. Uno lo entiende, pero lo que ha costado todos estos logros, estos avances, no es justo. Seguimos estando en contra del trabajo en negro, sea como sea".

"Nos estamos de acuerdo con la libreta a nivel provincial, queremos una a nivel nacional. Queremos ahorrar trámites, si ya hay un registro en AFIP, a un lata, inscripción nos preguntamos por qué hay que hacer otro", subrayó Muñoz.

Asimismo, dijo: "Estamos en desacuerdo con las categorías que están rigiendo en este momento, creemos que hay trabajadoras que nos están representadas en esa categoría. La quinta categoría, tareas generales, que suma todo. Lo que hace el empleador, es sumar todas las actividades y cobran menos". Para la quinta categoría, dijo Muñoz, "la hora está en 103 pesos, como piso".

Respecto de la persona que trabaja con "cama adentro", la secretaria General del Sindicato de Empleadas en Casas de Familia de Entre Ríos apuntó que "lamentablemente todavía existe". Al respecto aseveró, "así como la que trabaja con retiro tiene problemas para hacer cumplir el horario, de hacer cumplir sus derechos, la que trabaja con cama adentro está totalmente a oscuras; nadie ve cuántas horas trabajo; ni siquiera algunas tienen horarios de descanso, a muchas no se les respeta siquiera el fin de semana".

"Estamos incluidas en un decreto que salió enseguida de la Ley de la Asignación Universal, en la que estamos incluidas, a menos que pasemos el mínimo vital, lo que resultaría imposible", dijo.

Agregó que han tenido casos en que "por falta de conocimiento de los trabajadores de Anses, que se la corten a la asignación, deben ir a reclamar, presentar los papeles".

"Desde la Comisión nacional, en la última reunión que tuvimos, se trabajó la temática de iniciar la sensibilización de concientización a nivel nacional, para que se conozcan los derechos", afirmó.

Apuntó que la ley dice que el empleador "debe darle los elementos de limpieza, la vestimenta y la comida. Son cosas que no se aplican generalmente, tenemos que ir trabajando todos estos temas".

¿Hay varones en la actividad? Si, los hay. "Es un porcentaje bastante chico, pero también es bastante chico el porcentaje que se anima a acercarse a un sindicato", expresó.

"Nosotras defendemos desde el sindicato que por debajo de la media jornada, se cobra por hora. También por debajo de los cinco días a la semana, se cobra por hora, por un tema de defender el poder adquisitivo de las trabajadoras", aseveró.

Muñoz aseveró que "uno de los beneficios que los empleadores tienen es la ART, si no la blanquea y a la trabajadora le pasa algo, es el empleador el responsable civil de esta situación".

"Hay mucho trabajo que aún falta por hacer en la Comisión. Decimos que no estamos de acuerdo con las categorías, desde la comisión nacional tenemos el poder de poder modificarlas, aclarar las tareas que nos corresponde y cuales sí nos corresponde, incluir las trabajadoras nocturnas que cubren hasta 13 horas, que es una problemática muy grande", afirmó.
"Van muchos empleadores a preguntar, a interiorizarse, al sindicato"
Rosana Heinze es coordinadora General de la Unión del Personal de Casas Particulares (Upacp). "No recibimos bien el término de empleadas domésticas. Son trabajadoras como cualquier empleado que sale a trabajador, todos los días. Se trata de concientizar a las personas para que se las llame como se debe".

"Hay mucho desconocimiento aún, pero se las está concientizando con el tema de la ley. Por el ejemplo, el tema de las licencias, si les corresponden vacaciones a la que trabaja por hora. A las que trabajan por hora, así como también a la que trabaja mensual, les corresponde vacaciones", resaltó.

Antes de que saliera la ley, aseveró, "teníamos 45 mil registradas, y a lo que va de la fecha, tenemos un registro de 600 mil afiliadas, a nivel país; de un universo de 1.600.000".

Respecto de la libreta, dijo: "Desde Upacp consideramos que esta es una forma más de estar registrada, como lo implementa el artículo 16 de la ley 26844. Cuando la compañera va al sindicato, la mandamos a la Secretaria de Trabajo, para que se registre con la libreta. Trabajamos en conjunto con Trabajo".

"Como sindicato, hacemos cumplir la ley respecto de las trabajadoras `con cama adentro`. Para eso la ley dice que ellas tienen tres horas de descanso, que su día de ingreso es el lunes, y que salen el sábado a las 13 horas, las compañeras lo van implementando. Uno las va concientizando", resaltó.

Expresó que "van muchos empleadores a preguntar, a interiorizarse también".

En este sindicato, "tenemos muchos cuidadores. Tenemos una escuela de capacitación y los hemos ido formando en la asistencia y cuidado de personas, que está en nuestra ley, en el artículo 2. Es no terapéutico porque no deben poner sueros, inyecciones, a un anciano lo pueden bañar, medir la presión, asistirlo. Es una ley nacional".

"Si bien en nuestro sindicato tenemos asesoramiento jurídico, las mandamos mucho a las trabajadoras a la Secretaría de Trabajo, para que hagan el curso legal correspondiente con los abogados de Trabajo", afirmó.

En cuanto a "los abusos" que se cometen dentro de estos trabajos, mencionó: "Hay muchos que quieren que le lave el auto, que le bañe el perro, que le limpie la piscina". En este caso, les decimos a las trabajadoras que "si bien tareas generales es muy amplio, pero para jardinero, hay alguien que desarrolla esa actividad, que pueden ir a contratarlo, y al auto que lo lleven al lavadero de auto. No les corresponde hacer ese trabajo a la compañera".
"No fue una elección personal, el ser trabajadora de casa de familia"
Natalia Bustos trabajadora de Casa de Familia y mamá (Jefa de familia). "Trabajo a partir de los 18 años, inclusive iba a empezar a estudiar como contadora, pero tuve que empezar a trabajar. No fue una elección el ser trabajadora de casa de familia. Si pudiera conseguir otro trabajo, lo haría. Tengo una hija y debo mantenerla".

Al ser consultada, aseveró que ella nunca trabajó con cama adentro y tampoco lo haría.

Bustos contó que en su familia "mi mamá, mi abuela, cuando empezaron a trabajar lo hicieron en casas de familia".
"En nuestro ámbito hay mucho miedo; el problema es muchas veces desenvolverse con el empleador"
Jennifer Britez, referente de la Unión de Personal Auxiliar de Casas Particulares, indicó que "tenemos varias categorías. Principalmente en el ámbito de cuidar niños o personas enfermas las trabajadoras suelen tener vocación de servicio".

"Al cambio lo tenemos que producir nosotros, porque todavía se sigue tomando a la empleada como la chica de la familia. En la relación laboral no lo toman como tal. Como trabaja en nuestra casa y cuida a nuestros chicos, no se lo toma como un trabajo. Nosotras tendríamos que acercarnos a los sindicatos, saber de qué se trata nuestra ley y de ahí en más desenvolverse con el empleador. Tienen miedo de que las despidan", consideró.

Comentó que "estamos trabajando a nivel nacional con una Guía para Trabajadoras de Casas Particulares. De un lado está la guía para el empleador y del otro para el trabajador. Queremos tener una mejor calidad de trabajo. Buscamos que todos se interioricen de los deberes y obligaciones".
"Tenemos el problema de la propiedad privada, es muy difícil que vayan a controlar"
Marcela Muñoz, empleada en casa de familia, parte de la comisión de SECFER y estudiante universitaria, manifestó que "estuve en Chile y allá las compañeras tienen casas donde poder retirarse los fines de semana. Acá esa realidad no está. En muchos casos las compañeras no tienen a donde ir y se quedan en la casa de familia y no hay un límite de vida de ellas. Tenemos el problema de que está la propiedad privada y entonces es muy difícil que alguien vaya a inspeccionar cómo están las compañeras. A veces quedan aisladas".

"Ha sido muy triste escuchar a compañeras que cuentan que dejan sus hijos en internados para poder estar con cama. Las compañeras deben poder estudiar, tener una vida propia. Es a veces muy triste la situación que viven. No se habla del abuso sexual, de la violencia y son cosas que quedan adentro de las casas. Hay mucho miedo, creen que no les van a creer", remarcó.

Dijo además que "es todo un tema el de llevar a la trabajadora afuera del domicilio. No hay un proceso. Muchas chicas se van con los patrones cuando se van de vacaciones a Uruguay, Brasil y demás. El tema es que cuando pasan la frontera no llevan dinero, quedan a la merced del patrón, no saben dónde están las embajadas, no saben el idioma. Hay que tener mucho cuidado. Muchas trabajadoras cruzan las fronteras sin ni siquiera dejar un papel en la comisaría o el Ministerio de Trabajo diciendo con quién se van, por cuántos días, a dónde, cuándo vuelven".

"Les pedimos a las compañeras que tengan cuidado. A veces las chicas van por un anuncio, empiezan a trabajar y al mes, cuando tantearon si las pueden reclamar o no, son llevadas afuera y muchas veces uno ni se entera. Es un tema que trabajamos con Trata de Personas", indicó.

"En muchos casos los empleadores les dejan al cuidado los animales y las trabajadoras no siempre estamos preparadas para eso. A veces también nos hacen ir de noche y la ART tiene un horario de trabajo, nosotras no somos guardianas de la casa. Siempre los empleadores van sumando actividades. Tenemos que ver en la ley cuál es nuestro trabajo", dijo.
La opinión de los panelistas
El conductor del programa Lalo Foncea afirmó: "Antes se decía empleadas domésticas, palabra que viene de domesticar, no es como muy feliz la expresión. Afortunadamente se cambió la forma de nombrar a esta profesión como `trabajadoras de casas particulares".

"En una época de crisis, muchas veces se ve que en el recorte familiar, esta es una de las tareas de las que se prescinde. También en estos tiempos de crisis, para muchas esto hace que se encuentren con una salida laboral".

La periodista Luz Alcain destacó que "cuando entró en vigencia la ley, hubo una campaña fuertísima televisiva, para que todos vayamos a blanquear a las trabajadoras de casas de familia. Fue muy buena campaña".

"La ley dispone algún coto al empleo de menores de entre 16 y 18 años que no hayan terminado la escuela obligatoria. Si uno quiere emplear a una joven de esa edad debe habilitar condiciones para que pueda continuar con la escolaridad obligatoria, y tiene que ser con el consentimiento de los padres".

La periodista Alejandra Rettore aportó: "Cuando uno dice `la chica`, lo dice con un amor inmenso pero hay que reconocer que, culturalmente, todavía, quienes empleamos a una persona para que trabaje en nuestras casas y esté con nosotros haciendo las cosas que no podemos hacer nosotros porque salimos a trabajar, hay una concepción muy antigua y muy perversa, de que esa persona es el sirviente, el ignorante. Todavía está ese concepto".

El periodista Sebastián Martinez, dijo que "cuando se lanzó la ley se hizo mucho hincapié también en beneficios impositivos para los empleadores, en reducción de ganancias y demás. Muchas veces la definición que termina volcando al empleador para blanquear al trabajador es haciendo cuentas de cuánto paga de ganancias y cuánto no".

El panelista Mariano Kohan, manifestó que "todo arranca con gente que no podía mantener a sus hijos en localidades del interior, que eran asalariados pero no les alcanzaba el dinero. Cuando tenían 13 o 14 años las ubicaban en casa de familia de la ciudad. Se generaba una relación de dependencia y total asimetría. Se reguló y después no se volvió a tocar hasta 2013".

El periodista Javier Aragón, resaltó que "en muchos casos este trabajo es casi como una explotación de manera directa. Conozco gente que ha venido del interior, principalmente estudiantes, y les ofrecen hospedaje gratis a cambio de ayuda con la limpieza, pero después les van sumando actividades".

El locutor Alejandro Abero, indicó que "lo que ocurre es una cuestión cultural, filosófica. Todos pensamos medio raro este trabajo cuando en realidad si uno contrata un contador trabaja también con nuestras cosas. Ocurre con cualquier profesión".
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