Hermanas aprendieron albañilería para construir su casa y ya cumplieron su sueño
"Nos mudamos en junio, así, como estamos", reveló a Elonce TV, Judit Báez, quien junto a su hermana, Fanny, construyó su propia casa de 100m² en la zona de loteos conocida como Altos del Paracao, en Paraná.
"Nos faltan revoques, los pisos, muchas cosas, pero era mudarnos al no poder seguir manteniendo una familia y pagar un alquiler", confesó la mujer de 28 años.
"Estamos contentas porque ya estamos acá, si bien a la casa le falta, de a poquito vamos a terminar con lo que falta", agregó su hermana. Sobre la casa, aun con el sobrepiso y las paredes sin revocar, se erige el hogar para Judit, su esposo y sus dos nenas. "Decidimos venirnos en las condiciones en las que estábamos y salir adelante entre toda la familia", reafirmó. Es que según comentó, durante los fines de semana, continúan trabajando de a poco, "por pedacitos".
"Seguimos de a poquito, con lo que podemos. La idea es terminarla lo antes posible porque nos da un poco de vergüenza tener la casa así -se confiesa- porque estábamos acostumbrados a estar en lugares a estrenar, pero nunca fueron nuestros".
"Pero cerramos los ojos y decimos: `Es nuestra´", sentenció.
"Seguimos soñando"
La joven contó que el sueño por su propia casa comenzó cuando, en octubre de 2015, junto a su pareja, salieron adjudicados en el último sorteo del Procrear y no pudieron llegar a hacer nada. "Fue por un tema de plata, y un montón de cosas. Cuando presentamos una prorroga durante este gobierno, fue rechazada y quedamos fuera del programa", rememoró."Decidimos comenzar con medios propios y el primer desembolso que nos había dado el banco. En diciembre del año pasado me quedé sin trabajo, y la única que estaba disponible como para hacer algo era yo, y mi papá", continuó.
"Nos miramos y dijimos `démosle para adelante para entre los dos´ y así se fue sumando mi hermana, que es como mi mano derecha, y el resto de la familia", sintetizó Judit.
Fue así como la muchacha, junto a su hermana y las enseñanzas de su padre, se lanzaron a la construcción de la casa de 100m², la que luego sería su propio hogar.
"No sabíamos nada, pero gracias a mi papá que es técnico en obra, fuimos aprendiendo de a poquito. Nos enseñó a hacer las bases, los pozos, comprar los materiales, las proporciones para prepararlos, a pegar los ladrillos y sacar niveles", recordó la joven.
Las primeras albañilas en Paraná
Frente a las críticas, buenas y malas, las hermanas que se identifican como "anti-princesas", contaron a Elonce TV sobre las repercusiones que tuvo su experiencia."Nos encontramos con muchísima gente que nos muestra su apoyo y está feliz con el empoderamiento de la mujer en la construcción porque hay muchísimas mujeres arquitectas y maestras de obra, pero mujeres albañilas en Paraná no hay ninguna", sentenció Judit.
"No hay ninguna mujer que diga, `si, yo trabajo en una obra en construcción´", remarcó.
"También nos encontramos con muchísimas mujeres, súper machistas que nos mandan a lavar los platos, y muchísimas otras que tienen ganas de aprender. De hecho, hay un grupo de chicas que quiere venir los fines de semana para aprender y poder hacer su casa", indicó.
Según había anticipado Judhit a Elonce TV, su proyecto es el de comenzar una cooperativa de trabajo para enseñarles albañilería a otras mujeres. "Les vamos a enseñar, aunque sea a pegar un ladrillo", prometió. (Elonce)