La constante durante todos los asaltos fue la presencia superadora del filipino, incluso, en el tercer capítulo lo mandó por primera vez a la lona, imagen que se repitió en el quinto, cuando se lo notó nuevamente sentido a la Máquina.
Pese a que Manny llevó el ritmo de la pelea, el chubutense aguantó dos rounds más hasta que en el séptimo volvió a caer y el juez decretó el nocaut técnico, y la victoria del legendario boxeador nacido en Kibawe, considerado uno de los mejores púgiles libra por libra.