Por su parte, el vehículo autónomo de Cruise, una subsidiaria de General Motors, consiguió circular casi 2.000 kilómetros sin intervención humana pero recorrió en total un tercio de la distancia de Waymo. Cruise tiene previsto lanzar en 2019 un servicio de taxis autónomos, por lo que se le dio preferencia para circular en el complicado tráfico de la ciudad de San Francisco que, como en otras grandes ciudades, supone un reto mucho mayor para los coches autónomos que el de las autopistas o en localidades pequeñas.
En el caso de otras marcas los conductores tuvieron que intervenir con mucha más frecuencia, según los informes presentados a las autoridades de Tráfico de California.
Con Nissan se tuvo que intervenir 24 ocasiones en 8.000 kilómetros y con Mercedes los conductores tuvieron que actuar cada pocos kilómetros.
BMW, Volkswagen, Ford y Tesla no probaron durante ese periodo vehículos autónomos en California. En total, más de 40 empresas tienen licencia para probar la tecnología para ese tipo de automóviles en las calles del estado norteamericano.