"Ya estábamos por cerrar, solo quedaba una familia cenando. Terminaron, pidieron la cuenta y se fueron", comenzó relatando a Los Andes Guido, y continuó: "En ese momento Jonathan se dio cuenta de que se habían olvidado una mochila, me avisó y la apartamos para devolverla".
El encargado del local abrió el bolso. "Siempre abrimos las mochilas o carteras que se dejan acá y lo hacemos para saber qué tienen, así cuando vuelven les preguntamos para poder verificar que realmente sean los dueños". Sin embargo en esta ocasión lo que se encontraron los dejó impactados: 25 mil dólares, 20 mil pesos y varios cheques con grandes importes.
"Todos dijimos '¡guau!'. Los clientes se olvidan todo tipo de cosas pero obviamente no es normal que se dejen tanta cantidad de dinero, confesó el trabajador.
A los minutos del descubrimiento, sonó el teléfono. Era la dueña del dinero que inmediatamente fue tranquilizada por Guido: "Quédese tranquila, acá está la mochila con todo su contenido".
Unos 10 minutos más tarde apareció el hombre que momentos antes había cancelado la cena con tarjeta de crédito, por lo que el encargado ya había certificado su identidad cuando le solicitó su DNI.
"El hombre nos agradeció, agarró la mochila con la plata y se fue", agregó el empleado.
Ante la consulta si recibieron una propina, Guido confesó que no. "No tiene por qué hacerlo. Es su plata. Acá siempre tenemos la costumbre de guardar todo lo que los clientes se olvidan". Una acción digan de destacar.