"El objetivo principal fue poner en práctica lo aprendido en el espacio", dijo el profesor Juan Masine. Comentó que para esto sus alumnos tuvieron que investigar sobre qué tipo de juegos se podría construir para la tercera edad y sus beneficios.
Los materiales producidos son juegos de mesa que para los adultos mayores resultan de gran beneficio porque fortalecen su memoria, percepción, rapidez, concentración y fomentan mayor atención a la dinámica del juego y a la concentración y atención sobre cómo se está desarrollando el juego.
El proyecto estuvo dirigido por los docentes Carlos Troncosso y Juan Masine y se desarrolló durante un período de dos meses, tiempo en el que los alumnos, teniendo presente una actitud solidaria, crearon un futbol de mesa, un juego de equilibrio 'Im balance', un rompecabezas y un juego de concentración, plasmado en un laberinto en tres dimensiones.
"Además de divertidos son juegos muy beneficiosos los diseñados y construidos por los estudiantes del profesorado, en cuanto a que mejoran el estado de ánimo, potenciando la comunicación y las relaciones sociales, al permitir el contacto con otros jugadores", definió el docente en declaraciones a Paralelo 32.
Finalmente, sostuvo que los juegos creados refuerzan la atención y concentración de los abuelos "gracias a que hay reglas estipuladas para el buen funcionamiento. Generan movilidad y agilidad, estimulando la percepción sensorial, ofrecen entornos para el aprendizaje y optimiza los niveles de bienestar subjetivo".