"No quiero vivir en un país que tenga a Donald Trump como presidente", asegura antes de dirigirse a Houston, donde tramita sus papeles que la depositarán en la ciudad europea en menos de un mes. La ida no es fácil, claro. En Estados Unidos se quedan sus afectos, aunque Marsha sabe que la relación ya no es lo que era. Por ejemplo, la que sostiene con sus hermanas, que no comparten sus ideales políticos.
"Las dos son republicanas. Le dije a una que me iba a vivir a España. No dijo nada. Creo que no le interesa saber de mí. Su nivel de educación es bajo. Supongo que votaron por Trump, pero no lo sé", señaló. "La atmósfera aquí es triste y ya ha empezado a cambiar. Yo quiero ser feliz y en Estados Unidos no podría. Me voy a vivir a Madrid y no creo que vuelva", agrega la periodista que también trabajó como asistente de dirección en Hollywood por más de 20 años junto a estrellas como Blake Edwards o Clint Eastwood, entre otros.
No tiene marido ni hijos, nada la ata a Estados Unidos más que el amor por su país. Sin embargo, ese cariño no es suficiente como para soportar el mandato del multimillonario empresario ahora devenido en jefe de Estado.
Es que Marsha no duda en cuestionar con dureza al flamante presidente: "Con su victoria se le ha dado permiso a la gente a liberar el racismo, la xenofobia y la misoginia que llevan dentro. Es demasiado desagradable y peligroso. Creo que todo eso hará cambiar enteramente el tono de la experiencia de Estados Unidos". En abril de 2016 conoció Madrid y fue amor a primera vez. Tal es así que tras la victoria de Trump no lo dudó: "Cuando vi que ganaba las elecciones, supe que había tomado el camino correcto".
Ahora, su mente está en la capital española, a la que llegará el 8 de marzo. Scarbrough, que fue periodista durante años y luego asistente de dirección en Hollywood, recorrió varias ciudades españoles hasta decantarse por Madrid. Estuvo en Sevilla, Cádiz, Barcelona y Salamanca.
En los próximos meses, planea poner manos a la obra para conseguir algo de trabajo. "Trataré de escribir para periódicos americanos, mantenerme activa. Comer bien, beber vino y quedarme despierta hasta tarde", contó.