El crimen se produjo entre la medianoche y las 3 de la madrugada, según la estimación médico forense aunque se estima un dato más preciso en cuanto al horario de la muerte, por datos de testigos que poco a poco van aportando elementos a la causa.
El hecho ocurrió en un domicilio de calle Pacto de Unión Nacional, más precisamente en barrio Paraná XXVI, manzana 9, tal como informó Elonce en la víspera.
Vecinos que notaron movimientos irregulares en la casa llamaron a la Policía. Creyeron que el dueño de casa no estaba y que habían ingresado a robar, a juzgar por la actitud de un par de sujetos que habrían salido con electrodomésticos de ese lugar. La dotación de una patrulla que fue orientada hacia ese lugar ingresó a la casa, ya que la puerta estaba abierta.
Entraron a un living comedor, un pasillo que llega hasta un baño, al fondo hay una habitación con una cama de dos plazas y poco antes, otra con dos camas de una plaza. En una de ellas yacía sin vida la víctima. Los uniformados se enfrentaron con el macabro y sangriento cuadro que mostraba a un hombre semidesnudo, boca arriba, en una de las camas individuales. El brutal puntazo en el cuello le seccionó carótida y yugular. La hemorragia fue profusa y es posible que le llevara la vida en cuestión de segundos. Sobre su rostro había una almohada, que cuando retiraron dejó a la vista un puntazo en el pómulo derecho y otro en el mentón. Solo tenía semi colocado un calzoncillo y se investiga si existió alguna relación íntima previa al óbito. Tras ingresar y encontrar el cadáver se aisló la escena del crimen y se notó que no había aberturas forzadas, por lo que se cree que la víctima pudo haber conocido o al menos accedido a hacer pasar a quienes luego terminarían asesinándolo.
fallecido fue identificado como Hugo Alejo Martínez, de 64 años de edad, quien, según fuentes policiales, habría mantenido un diálogo con su hermana cerca de la medianoche, por lo que se estima que el crimen ocurrió en horas de la madrugada.
El escenario del crimen evidenciaba que el hombre había fallecido desangrado. No se encontró el arma homicida en el lugar, pero sí se levantaron muchas huellas digitales.
Algunos vecinos, desde cierta distancia, vieron salir a dos personas jóvenes, una de ellas caminando y la segunda corriendo, por lo que pensaron que Martínez no estaba y que estaban robando su casa. De igual manera, si no era por la manera en que salieron de la casa, no hubiera sorprendido a algunos vecinos de la zona que hubiera movimientos de personas en horas de la madrugada, ya que Martínez solía abrir la puerta de su casa a algunos "conocidos", a altas horas de la noche, según El Diario.
La víctima había trabajado como empleado de un local comercial de impresiones en zona de calles Santa Fe y Laprida hasta el cierre de la firma y se comenta que mientras recibía cuotas de indemnización, tramitaba su jubilación. Esto daba la pauta de que no iban a encontrar mucho dinero en su casa.