Las precipitaciones son una buena noticia para el campo dado que los cultivos de verano venían comprometidos por la combinación de elevadas temperaturas y escasas o nulas lluvias, y en no pocos casos ya evidenciaban claros síntomas de estrés térmico. Sojas de primera, por ejemplo, presenta pérdida de área foliar en el tercio inferior de las plantas y aborto de vainas.
La soja de segunda, igualmente, ya sufría déficit hídrico cuando la fenología los cultivos abarca estadios desde V5 (cinco nudos con hojas totalmente desarrolladas) hasta R2 (plena floración). La falta de lluvias había frenado el crecimiento de los cultivos y en algunos sectores dentro de las chacras se observó la muerte de plantas.
Las lluvias de las últimas horas, asimismo, vienen muy bien para los maíces tardíos y de segunda.
Seca
El Sistema de Información de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos (Siber), vale recordarlo, había señalado en su último reporte que enero resultó muy desfavorable en cuanto al volumen de precipitaciones para todo el territorio entrerriano. Este comportamiento no fue exclusivo de nuestra provincia, dado que una situación similar transitaron gran parte de Santa Fe y el norte de la provincia de Buenos Aires.
Las primeras jornadas de febrero tampoco dejaron precipitaciones en la provincia y los acumulados de enero, en la mayoría de los casos, no superaron los 50 milímetros. Es decir, en gran parte del territorio entrerriano, las lluvias quedaron entre el 30 y el 50 por ciento de los valores normales, había destacado el Siber el último jueves en su informe semanal.
Las lluvias de las últimas horas trajeron alivio, es cierto; habrá que ver, sin embargo, cómo será el comportamiento del tiempo en las próximas semanas para estimar cuál será el impacto en los rendimientos de los cultivos, especialmente la soja de primera que en muchos lotes atraviesa el período crítico, cuando la demanda de humedad es más alta.
¿Y El Niño?
La presencia de El Niño, el fenómeno que habitualmente provoca lluvias superiores a las normales, era para muchos una garantía de buena oferta de agua para los cultivos de verano en la Argentina. Enero y los primeros días de febrero parecían desmentir su presencia, pero según José Luis Aiello, titular de la Consultora de Climatología Aplicada (CCA), sigue "activo" y seguirá "inyectando humedad desde el norte".
El tema pasa por ver cómo funcionan los mecanismos regionales. "Vimos que en el último mes (los mecanismos regionales) jugaron en contra del efecto Niño y durante noviembre y diciembre a favor. El Niño tiene un efecto mediático muy mal manejado y la realidad es la que vemos. Hay que recordar que hasta hace poco muchos anunciaron un Niño colosal y con efectos de grandes lluvias, inundaciones, etc. y hoy se pide agua".