"Tengo trombofilia. Cada vez que quedaba embarazada, los bebés no terminaban el ciclo natural porque no les llegaba bien todo lo que tenÃa que llegarles. Pasé tantas veces por el quirófano hasta que pudimos darnos cuenta, de una manera muy dolorosa, de cuál era el problema que tenÃa. La trombofilia no es algo sencillo que lo detectás fácilmente. Son exámenes complicados", confesó. "No tengo las trompas de Falopio, me las sacaron en una de las operaciones. Quedar embarazada serÃa un riesgo para el bebé y para mÃ. Tengo que ponerme inyecciones de Clexane a diario", dijo y agregó: "La verdad es que me encantarÃa volver a ser madre. Tengo una indicación médica de no volver a intentarlo, por mi salud. Me costó muchÃsimo tener a mis dos hijos. Ser mamá fue una lucha impresionante".
Hoy disfruta mucho de Indiana, de cuatro años, y Napoleón, de uno. "Soy muy apegada a ellos, Los soñé y busqué tanto que los disfruto al máximo. El dÃa de mañana no quiero sentir que me perdà determinados momentos, como hacerles la comida, la torda de cumpleaños. Los nenes se me alejan un minuto y me pongo mal porque quiero estar todo el tiempo con ellos". "No busco la perfección en mis hijos. Les pongo lÃmites con amor. No, gritando no. Mucho menos con violencia o poniéndoles tensión a las cosas. ¡No tolero la violencia! Mis lÃmites son hablados, jugando y enseñando", concluyó.