Sobre los pasos a seguir, el religioso manifestó: Ahora estamos inscriptos, tenemos número de partida, pero aún deben autorizarnos. Estamos anotados para el 24 de junio, pero posiblemente se extienda dos meses más. Depende lo que nos contesten. Acá están entusiasmados y se ha hecho una revolución.
El único problema era conseguir el envase (que ya lo tienen) que sea continuado y no se quiebre. Posiblemente lo vamos a poner frente al templo y después se lo llevaremos al hospital San Roque porque acá tuvimos un chico muy enfermo durante un año y felizmente las oraciones llegaron a Dios, por lo que, en agradecimiento a esto las donaremos al nosocomio, que se ha portado muy bien, dijo el cura.
Asimismo, comentó que a esto lo quería hacer en 2002. En su momento pensaba en un alfajor, pero había que hacer todo en inglés y eso ya me mató, porque estaba en Seguí y el traductor no pudo comunicarse.
Benito aclaró además que aunque no obtengamos la autorización, lo vamos a hacer igual, pero no tiene valor como récord Guinness. Tenemos todo preparado, sólo hay que hacerla y envasarla.
Ejemplificó que entre los argentinos que se encuentran en el Guinness está Juan Manuel Fangio, Martín Palermo, por los tres penales errados en un partido, Chilavert, por tres goles en un mismo partido. Hay pocos del país y de Entre Ríos ninguno, según me averiguaron.
Interrogado acerca de cómo surgió en él hacer garrapiñadas, contó que le enseñó una señora en la Parroquia del Carmen, hace casi 30 años. Tengo las manos quemadas y son cicatrices que van quedando. Las primeras veces a uno se le quema y demás, pero no tiene ningún secreto más que sacarla a punto. Le escribí a ella hace unos días para invitarla para que venga, porque fue mi maestra. Elonce.com