Sociedad Ayudar hace bien

Once por Todos fue nuevamente una fiesta de la solidaridad

Por 12º edición consecutiva la Sala Mayo se convirtió en escenario de una verdadera fiesta de la solidaridad. Una multitud colmó el Puerto Nuevo de la capital entrerriana y acercó un enorme caudal de donaciones.
Este 8 de diciembre, desde temprano, en cada punto de la ciudad se notó la voluntad de ayudar. En cada vecinal y punto de recepción, gran cantidad de gente se fue acercando a dejar sus donaciones. Toda la ciudad se vio movilizada con el único objetivo de ayudar.
Así, la movida que empezó en las vecinales de la ciudad y culminó con miles de vecinos bajo el escenario emplazado a orillas del río.
Fue incesante la llegada de vecinos que acercaron sus donaciones para los voluntariados de los hospitales "San Roque" y "San Martín" de la ciudad de Paraná; para el nosocomio "Santa Elena" de la ciudad homónima; el hospital "Santa Rosa" de Villaguay; el "9 de Julio" de la ciudad de La Paz; "General Francisco Ramírez" de la ciudad de San José de Feliciano, y la ONG de Paraná "Suma de Voluntades".
En camioneta, autos, bicicletas, motos o a pie, todos fueron acercando su donación etiquetada, tal como se había solicitado. Incluso, un hombre llegó desde barrio El Morro con una carretilla repleta de donaciones y otro lo hizo con una cuna cargada en su motocicleta.
Como cada año, Plim Plim demostró por qué es uno de los emblemas de la solidaridad. Su trabajo en la Peatonal y la colaboración de la gente le permitió acercar más de 4.000 pañales, 252 cajas de leche larga vida y otros elementos.
Mientras tanto toda la jornada estuvo amenizada con diferentes espectáculos que se desarrollaron durante las once horas solidarias. Asimismo, los más chicos se divirtieron en "Oncesito", un espacio de juegos y recreación para los más pequeños. Al caer la tarde, la tradicional caravana de las vecinales, con vehículos repletos con donaciones, representaron la movilización que significa esta jornada en toda Paraná. Bocinazos, banderas, un ferviente clima de algarabía, evidenció la unión que genera la alegría de ayudar. Ya en horas de la noche, Monchito Merlo demostró por qué es un artista que, además de atraer gran cantidad de público, tiene la solidaridad como premisa: Desinteresadamente, sin pedir nada a cambio, deleitó a los presentes a puro chamamé.
Poco después, una delegación del Carnaval de Santa Elena lució todo el ritmo de sus potentes batucadas en la zona de Puerto Nuevo.
Mientras tanto, pasistas, bailarines y una batucada del Carnaval de Gualeguaychú desplegaron todo el colorido y la belleza de la máxima fiesta a cielo abierto del verano en la Argentina. A las once horas de transmisión en vivo de la jornada solidaria, el cielo se iluminó con el show de fuegos artificiales dispuesto para festejar la ocasión. Y ya como es tradicional en estos años, cerró el espectáculo la Banda de la Policía de Entre Ríos.
Una vez más, como durante los 11 años anteriores, la gente demostró que cuando se la convoca para ser solidaria dice presente, porque todos coinciden: Ayudar hace bien.

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