Sociedad La justicia analiza el caso

Un joven se ofreció a donarle un riñón a la esposa de su amigo

Dionisio se conmovió cuando se enteró de que la pareja de su amigo necesitaba ser trasplantada: “Ahí nomás le dije, le dono el riñón”. Estudios confirmaron que es compatible, y la Justicia analiza el caso.
Dionisio no dudó en ofrecer su riñón para ayudar a la esposa de su amigo
Foto: Dionisio no dudó en ofrecer su riñón para ayudar a la esposa de su amigo
Crédito: La Voz
“Siempre he tratado de ayudar a la gente”. Dionisio Matías “Poli” Rodríguez, de 29 años, se siente orgulloso de poder expresar su solidaridad. Y también de poner el cuerpo, literalmente, para lograrlo: hace algunos meses se ofreció a donar uno de sus riñones a la esposa de un amigo de la infancia que necesita el trasplante.

El joven reside y trabaja en barrio Loza, de la ciudad de Río Ceballos. Desde hace poco, es encargado en la empresa Moliendas Rincón SRL (de triturado granítico) y con esfuerzo dedica tiempo a construir su modesta casa.

“En la cantera me ayudan con los materiales para hacerla. La estoy acelerando porque tengo que estar bien”, comenta “Poli”, como se lo conoce.

El “apuro” es porque desea estar preparado físicamente para cuando, según espera confiado, pueda donar un riñón a la esposa (40) de su amigo Francisco (40), “Pancho”, un payador campestre.

“Le dono el riñón”
La amistad que comparten incluso traspasó los límites de la edad: “Poli” es 11 años más joven. “‘Pancho’ era amigo de mi papá, que murió hace dos años. También es mi amigo desde que yo laburaba en un (campo) hípico a los 13, 14 años”, recuerda.

Juntos llevan años compartiendo reuniones, experiencias y jineteadas. “En un asado, hace algunos meses, me comentó que estaba mal por su esposa”, dice el joven.

La angustia es porque la mujer necesita un trasplante debido a una enfermedad renal crónica terminal por poliquistosis. Ni su esposo ni su hermano son donantes compatibles, algo que la desalentó.

Sin dudarlo, “Poli” tomó la decisión: “Le dije ahí nomás: ‘Le dono el riñón’”. La pareja le explicó que para ser donante debía ser compatible. “Yo pensaba que era ‘abrir y sacar’”, comenta didácticamente Rodríguez.

Cuando en noviembre pasado los estudios confirmaron la compatibilidad, la felicidad del matrimonio fue mayúscula: “El doctor me dijo: ‘¿Ustedes son parientes? Son como hermanos’ (por la compatibilidad)”.

“Lloraban, imaginate. Ella es una mujer muy buena. El hermano y el cuñado quisieron donarle, pero no pudieron porque no son compatibles. Él (por ‘Pancho´) y una amiga tampoco”, detalla. El hermano de la mujer padece la misma enfermedad y ya recibió un trasplante.

La cuestión legal
De acuerdo con la presentación en la Justicia federal, con la asistencia de la defensora pública Mercedes Crespi, “Poli” busca ser autorizado por el juez federal N° 3, Hugo Vaca Narvaja, para que la operación se realice.

El magistrado debe resolver si concede o no la autorización legal para la cirugía de trasplante renal de un donante vivo no emparentado.

Como parte de las medidas adoptadas, el magistrado corrió vista al fiscal federal N° 2, Carlos Casas Nóblega, para que se expida sobre la competencia del fuero en la causa.

Por su parte, la defensora oficial solicitó al juez que Rodríguez y el fiscal fueran convocados a una audiencia, junto con dos peritos (un médico y un psiquiatra) y una asistente social.

“Poli” insiste en que su único deseo es ayudar a la esposa de su amigo. Negó, en ese sentido, cualquier ofrecimiento económico de la pareja para que se lleve adelante el trasplante.

En ese sentido, el artículo 40 de la ley 27.447 establece que está prohibida “toda contraprestación u otro beneficio por la donación de órganos, tejidos o células, o intermediación con fines de lucro”.

La expectativa
La mujer se realiza hemodiálisis tres veces por semana. Se le explicó que la sobrevida de un paciente en diálisis es de 15 años, mientras que la de un trasplantado es de 20 a 25 años.

“Esperamos la respuesta de la Justicia”, comenta esperanzado. “No me tenés fe, le dije a ‘Pancho’… Yo le voy donar el riñón”, le manifestó confiado a su amigo.

La ilusión del joven es que el trasplante le permitirá a la mujer tener una mejor vida. “El riñón la va a ayudar muchísimo. No va a tener que hacerse diálisis”, estima.

“Poli” comenta que juega al fútbol y hace boxeo, pero que, si se confirma el trasplante, deberá emprender más cuidados, sobre todo después del siniestro que sufrió en agosto pasado, cuando se cayó desde una altura de cinco metros en la cantera tras recibir una potente descarga eléctrica mientras trabajaba con su hermano. “Me electrocuté con una trifásica a 380 (voltios). Pensé que me moría. Estuve tres días en terapia intensiva, pero por precaución”, recuerda.

Desde hace algún tiempo, asumió como encargado y supervisa los trabajos.

El joven comenta que quienes lo conocen siempre resaltan su “corazón” como una de sus virtudes. Él lo sintetiza: “Es como que te llena. Ayudo cuando puedo”. (Fuente: La Voz)
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