
Sorprendido por el pedido del niño, el hombre le dio un cuaderno, lápices, una tijera y algunas útiles más. Por último, le preguntó si necesitaba una cartuchera y también se la dio. “¡Gracias, señor!”, respondió el alumnito antes de salir del negocio.
La secuencia fue vista por un cliente quien contó la situación en su perfil de Facebook. “Hechos que trascienden. Por casualidad del tiempo presencié está mañana un hecho que alienta a seguir empujando para el lado correcto”, publicó el usuario Pablo Peñaloza.

En diálogo con Sitio Andino, el dueño de la librería contó que fue su hijo Mauricio quien le regaló los útiles al nene. “Cuando duermo la siesta, desconecto las redes; y cuando desperté y las habilité, no podía creer la repercusión que tuvo esto; ni sabía que alguien lo había visto”, reveló el protagonista del hecho.