La paciente nació prematura de 35 semanas y al poco tiempo fue diagnosticada con COVID-19, razón por la cual permaneció en observación en el mencionado establecimiento de salud hasta que murió, siendo la primera bebé que se convierte en víctima fatal del virus en Mendoza.
"Hoy despedimos a un ángel, luego de una larga lucha. Lamentamos profundamente la partida de Dalma López. Es un golpe muy fuerte para todos, en especial para su familia, sus amigos y todos aquellos que se han encontrado en el camino de la vida junto a Dalma", apuntaron desde la cuenta de Facebook de la Municipalidad de San Vicente, donde vive la familia de la niña.
A nivel nacional ya existen casos similares, aunque son poco frecuentes: el 19 de mayo pasado una niña de 6 meses falleció mientras era atendida en el hospital Penna, en el barrio porteño de Parque Patricios, y un hisopado que le realizaron al cuerpo determinó que tenía coronavirus, aunque posteriormente se abrió una investigación judicial ante la hipótesis de que su hermano mayor la había asfixiado.
En tanto, el 10 de junio último se conoció la muerte de Dalma López, una nena de 7 años que estaba internada en el Hospital Pediátrico Garrahan debido a que había sido diagnosticada de COVID-19 a mediados de mayo. Además, padecía fibrosis quística pancreática, una enfermedad poco frecuente que afecta a las células que producen la mucosa, el sudor y los jugos gástricos.
La primera víctima joven en el país se registró el 22 mayo y fue un adolescente de 19 años de José C. Paz, que ya sufría el virus de la inmunodeficiencia humana (HIV) y que cursaba una meningitis por criptococo, por lo que integraba el grupo de riesgo para el COVID-19.