Chaco es la provincia que más ha deforestado ilegalmente en los últimos tres años. Más de la mitad de la deforestación se realizó en zonas protegidas por la Ley de Bosques. De las 103.908 hectáreas desmontadas, 54.327 eran bosques protegidos. Noemí Cruz, coordinadora de la campaña de bosques, sostuvo: "Los desmontes están arrasando con el yaguareté y con nuestro monte. Los efectos de la deforestación los estamos vivenciando y con más crudeza. Las inundaciones que están azotando la provincia en los últimos meses son más graves por la destrucción de nuestros bosques nativos. En Chaco, cuando decimos emergencia hídrica, nos referimos también a emergencia forestal".
Greenpeace denunció la complicidad entre el gobierno de la provincia y grandes empresarios agropecuarios para deforestar en zonas prohibidas por la normativa nacional, ya que se había autorizado de manera irregular el desmonte en una superficie de más de 50 mil hectáreas. En enero y a causa de los reclamos públicos, el gobernador Domingo Peppo emitió el decreto 298/19 para derogar la normativa que permitía autorizar desmontes sobre bosques nativos protegidos. Sin embargo, Greenpeace detectó mediante imágenes satelitales que los desmontes continuaron. "A pesar de que los chaqueños están movilizándose para defender los bosques, los desmontes ilegales ordenados por el gobernador Peppo no cesan. Un ejemplo clara es el establecimiento Monterrey, vecino al Parque Nacional Copo, donde ahora mismo se están arrasando más de dos mil hectáreas protegidas", expresó Cruz.
La ONG llamó al gobernador a pronunciarse en favor de los bosques y suspender los desmontes ilegales en ejecución así como definir un plan de restauración para los ya realizados de manera ilegal.