Política

El Gobierno no define qué hacer con el Tango 01: qué ideas fracasaron

Está "desprogramado" en la pista de la Base de El Palomar. Fracasó la idea de subastarlo por falta de interesados y también habrían desechado, por ahora, la idea de desguazarlo para venderlo por partes.
A semanas de cumplirse el tercer aniversario de su último vuelo oficial, el Gobierno no sabe qué hacer con el Tango 01. Apenas fue coronado Presidente, Mauricio Macri descartó el Boeing 757/200 que costó en 1992 unos u$s 67,5 millones. "Desprogramado" es el término técnico. Y su futuro, hoy, es incierto.

"El Tango 01 fue desprogramado debido a sus altos costos operativos, la proximidad de las inspecciones de mantenimiento, su obsolescencia, corto alcance y poca autonomía de vuelo", respondió el jefe de Gabinete Marcos Peña en su informe de gestión ante el Congreso en agosto del año pasado.

No lo dijo ahí, pero un reporte de la Dirección General de Logística (DGL) de 2016, nunca hecho público, estimó en "el orden de los u$s 20 millones" su puesta a punto (motores, inspección C de fuselaje y trenes de aterrizaje). Fuentes aeronáuticas estimaban la mitad de eso, indica Cronista.com.

Hasta que la segunda licitación internacional también se dio de baja poco antes de decretar la búsqueda del "déficit cero", el tope para el reemplazante del Tango 01 que pretendía comprar el Gobierno era de u$s 65 millones. Mientras tanto, Macri alternó entre vuelos de línea (hasta que alertaron por "problemas de seguridad") y charters privados para sus giras al exterior.

Desde noviembre de 2015, la última vez que lo usó Cristina Fernández de Kirchner, el Tango 01 sólo voló una vez: hacia su actual destino en El Palomar. Pero sí volvió a recibir a un "Presidente". Al menos uno ficticio: el personaje de Ricardo Darín en la película "La Cordillera". Durante la filmación, dañaron una de sus alas.

Su reparación corrió a cargo del seguro: costó u$s 5200.

En su informe, Peña agregó: "Actualmente se encuentra preservado, de acuerdo a lo que dispone la firma Boeing, a fin de iniciar el proceso para su venta en subasta pública".

Pasó más de un año. No figura en el calendario de subastas del Banco Ciudad. Trascendió que no aparecían interesados, por lo que su tasación pasó de u$s 2,5 millones a u$s 1,5 millones.

Tampoco atrajo a posibles compradores.

En 2000, cuando el presidente Fernando De la Rúa quiso venderlo para cumplir su promesa de campaña, el 757 había sido tasado en 49 millones durante el uno a uno. La Sigen, ya entonces, había desestimado la venta. "Salvo que lo compre un jeque árabe que ya tenga varios aviones privados. Una aerolínea comercial no, porque reconvertirlo para pasajeros es muy costoso", razonan fuentes del sector.

Se pensó, entonces, en desguazarlo para venderlo por partes. Pero desarmarlo también cuesta dinero. En el Ciudad, el año pasado, subastaron cuatro Boeing en desuso de la Fuerza Aérea para repuestos. Puede ser un antecedente.

En la Secretaría General de la Presidencia, que se encarga de la logística de transporte presidencial, llegaron a una encrucijada. "No hay definición", es la reiterada contestación.
Cronista.com.
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