Todo ocurrió en la madrugada del domingo pasado, pero recién este sábado se difundió la información. El chico había sacado sin permiso el vehículo de su familia, una camioneta Dodge RAM. Cerca de las tres de la mañana, cuando regresaba a su casa, chocó con la camioneta a un Volkswagen Virtus, que a su vez impactó a un micro escolar que estaba estacionado.
Fue sobre la avenida del Libertador, a la altura de la calle Sinclair. Muy cerca del lugar de los choques, había un operativo de tránsito del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Los efectivos allí presentes vieron la secuencia y se acercaron para tomar la denuncia.
El joven escapó unas cuadras hasta la esquina de Sinclair y Seguí. A metros de allí, el joven se metió en su casa. Tiró literalmente la camioneta en una esquina, subió corriendo a su casa y se metió en la cama.
Pero fue entregado a las autoridades por su madre, que bajó con él a la calle luego de enterarse del problema que había tenido. El chico negaba el accidente, pero la policía estaba en la puerta. Los padres indicaron que el joven les había sacado las llaves de la camioneta y que sufría epilepsia. También que tenía dolores en la pierna izquierda, por lo que fue derivado al Hospital Fernández.El conductor de uno de los autos damnificados también fue derivado al Fernández con diagnóstico de politraumatismos. Fue por eso que el fiscal a cargo de la causa dispuso el traslado del chico a una dependencia policial y lo imputó por el delito de lesiones, publicó Clarín.
