Policiales La encontraron un día después

Una joven fue asesinada a puñaladas en una pensión de Rosario

La chica de 21 años fue asesinada a puñaladas hace más de un día en la casa ubicada en 9 de julio al 500, del barrio Martín. Familiares y vecinos coinciden en que es raro que nadie haya notado nada.
Este martes por la mañana fue hallada muerta una joven de 21 años en una pensión del barrio Martin, de la ciudad de Rosario, en la que vivía. Según las primeras informaciones, la víctima tenía más de diez puñaladas y estiman que el femicidio ocurrió hace unas 36 horas. Sus amigos realizaron la denuncia ya que no respondía los mensajes de WhatsApp ni tenía actividad en sus perfiles de redes sociales desde hacía varios días.

Al ingresar con la policía al cuarto de la vivienda ubicada en 9 de julio al 500, los amigos encontraron el cuerpo sin vida de la víctima, identificada como Melani Juárez. Además, desapareció su teléfono celular.

Desde la pensión le aseguraron a la familia que “nadie sabe nada ni escuchó nada”. Sin embargo, la hermana de la joven puso en duda sus dichos en contacto con los medios.

“Es un cuarto chiquito, de dos por dos, donde se escucha todo y nadie tiene datos”, cuestionó. Una vecina agregó que “ya había olor a descomposición en el lugar”. Todos coinciden en que es imposible que nadie haya notado nada raro, ya que la joven llevaba varias horas sin vida y fue asesinada de manera violenta.

Aparentemente no había puertas violentadas, solo una ventana abierta, por lo que se presume que quien la asesinó tenía llave del lugar o logró entrar y salir sin forzar ninguna cerradura.

¿Quién era Melani?
Sus hermanos contaron que trabajaba de varias cosas pero que su verdadera pasión era el baile. Según su perfil de Facebook, estaba en una relación aunque ni su hermano Agustín ni su hermana Magalí mencionaron pareja alguna. Agustín sospecha que el femicida es un hombre que vivió poco tiempo en la misma pensión que ella, en 9 de Julio al 500 y que incluso intentó despistar a una de sus amigas.

Su hermano Agustín contó que era de mudarse bastante. “Inestable”, la describió. No solía quedarse mucho tiempo en ningún lugar. Su papá Daniel, contó que no sabía dónde vivía hasta el fatal desenlace y que hasta entonces esperaba que regresara a casa.

Agustín agregó también que hasta hacía poco trabajaba en un local de venta de accesorios para celulares pero que la habían echado hace poco y ahora parecía ser repartidora: tenía bicicleta y la mochila de Rappi, una de las aplicaciones de delivery más usadas.

Una primera versión policial señalaba que también era trabajadora sexual pero su familia aclaró que no ejercía la prostitución, sino que realizaba producciones y contenidos para adultos.

Pero la verdadera pasión de Melani era el baile: era instructora de salsa, bachata y reggaeton y su hermano contó que incluso participó en algunos videos musicales. También hacía gimnasia artística y compartía sus logros en Facebook.

Su hermana Magalí añadió que sufría ataques de pánico y que era muy activa en redes sociales. Fue su silencio en Facebook e Instagram justamente lo que la hizo preocuparse. Y por lo que finalmente descubrió el femicidio. (La Capital/Rosario 3)
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