Guido Armando Gómez, un changarín de la ciudad correntina de Goya, fue sentenciado por el Juzgado Correccional de esa ciudad a la pena de un año y seis meses de prisión de cumplimiento efectivo.
Un juez lo halló culpable del delito de lesiones leves, una vez reiterado, tras comprobarse que atacó a golpes con una manguea al hijo de su pareja. De acuerdo con la reconstrucción judicial del caso, el niño era obligado a vender churros en la calle y lo castigaba cuando no vendía la totalidad de la mercadería.
Los hechos habían sido registrados en 2019 luego de que el chico, de nueve años, pidiera ayuda en una radio de la ciudad.
Así es que por otra parte, los magistrados impusieron a Gómez el cumplimiento de un tratamiento psicoterapéutico "a fin de lograr la solución o morigeración de su conducta violenta", indica el fallo, que trascendió a través de un informe del periodista Juan Cruz Velázquez.