Desde Hernandarias, Gabino contó: “Novedades hay pocas acá pero están trabajando. Se sabe medio poco pero las cosas dicen que se están haciendo, todo se atrasó por culpa de la pandemia, es así”.
“Hicimos una marcha hace una semana y el 13 vamos a hacer otra porque fue el día cuando aparecieron los restos”, dijo el hombre. Como ya han hecho en otras oportunidades, se convocarán en la plaza de la localidad y caminarán unas seis o siete cuadras, con carteles pidiendo justicia. Además, contó que están charlando para hacer otra convocatoria para el 12 de marzo en Paraná, para hacer oír el reclamo con mayor fuerza. El 10 de marzo de 2020 habían detenido a los dos hermanastros acusados de haber asesinado a Ramón y luego al primo de ellos, Walter Roldán, imputado por encubrirlos. Desde inicios de mayo obtuvieron la prisión domiciliaria (hubo marchas en Hernandarias repudiando su presencia y pidiendo echarlos) y luego recuperaron la libertad. Luis y Hugo siguen viviendo en la casa de la zona rural donde habría ocurrido el homicidio.
Consultado acerca de si a lo largo de este año ha tenido algún encuentro casual con los imputados en la causa por el homicidio, Gabino dijo: “Nunca, nunca los he cruzado, dicen que andan por ahí, pero no sé cómo trabaja la Justicia, está todo al revés esto. Yo no entiendo la verdad. Por qué están libres si se sabe lo que han hecho”. No obstante, el padre de Ramón aseguró: “Nunca tuve problemas porque para eso está la Justicia, yo no soy nadie para juzgar a nadie”.
Por otro lado, fuentes allegadas a la investigación informaron que la causa no ha tenido movimientos en los últimos meses, aunque se están esperando distintos estudios de laboratorio sobre diferentes elementos secuestrados, publica diario Uno.
La hipótesis principal es que uno de los hermanastros (presumiblemente Luis) condujo en moto hacia el monte cercano a la vivienda de la familia, ubicada detrás del cementerio de Hernandarias. Por causas que se tratan de establecer, allí mató a Ramón. Luego Luis y Hugo ocultaron el cuerpo a unos 200 metros de su casa y para borrar todo tipo de rastros, calcinaron el cadáver. Por esto es que se hallaron restos óseos que pertenecerían a la víctima. Esto se confirmó científicamente con el resultado del análisis de ADN a fines de julio.