Policiales La versión de Gerardo

Habló el panadero que mató a un ladrón: "Estoy arrepentido de lo que hice"

"No soy un asesino, soy un laburante", dijo el panadero que mató a un ladrón y se mostró angustiado: "No soy nadie para sacarle la vida a ese pibe". Afirmó que reciben amenazas y que tuvieron que abandonar su casa.
El panadero que mató a tiros a un delincuente de 17 años este sábado en Rafael Castillo cuando cuatro delincuentes intentaban robarle la camioneta habló por primera vez tras el hecho. Se mostró arrepentido y pidió perdón. "Estoy arrepentido de lo que hice. No soy ningún asesino, soy un laburante. Agarré el arma y después la tiré", dijo en declaraciones a los medios.
"Pido disculpas. No fue a propósito. No soy nadie para sacarle la vida a ese pibe", agregó Gerardo.
El comerciante mató a tiros a uno de los cuatro delincuentes armados que intentaron robarle en el partido bonaerense de Rafael Castillo, mientras que los vecinos redujeron a golpes a otro de los asaltantes, que quedó detenido, mientras que los otros dos, se dieron a la fuga en un auto que los estaba aguardando.
El protagonista del violento episodio remarcó que no recuerda prácticamente nada de ese momento e incluso reconoce que no sabe de dónde sacó el coraje para enfrentarse con los ladrones. Su única certeza es que no tuvo la intención de matar. "Tuve cuatro armas frente a mi", señaló, y el miedo de que lastimaran a alguno de sus hijos hizo el resto.
"Estoy destruido, me arruinaron la vida", se lamentó. De acuerdo a su relato no puede dormir desde que ocurrió el hecho y pasa las noches sentado en una silla encerrado adentro de su negocio. "Mi hija mayor me ve y llora", agregó.
Más temprano su esposa denunció también que reciben amenazas por Facebook y aseguró que ella y su familia tienen "mucho miedo". "Que van a venir a reventar la casa del panadero, que me van a prender fuego la casa, que vamos a linchar a tu marido, esas cosas salen por Facebook", fueron algunas de las intimidaciones que recibió en las redes sociales, según contó a TN Vanesa, la mujer del comerciante de 36 años.

Entre lágrimas y con desesperación en la voz, la mujer sostuvo que en su familia están todos "muy nerviosos" y que tienen "mucho miedo", por lo que en las últimas horas decidieron abandonar su casa de Rafael Castillo.
"Me gustaría bajar la persiana e irme pero estoy obligada a abrir el negocio porque sino no como", explicó entonces Vanesa, que después del traumático episodio volvió a abrir su panadería este fin de semana. Sin embargo, manifestó que ni su marido ni sus hijos pudieron dormir desde entonces y que lo único que quieren es que "los dejen tranquilos". Fuente: (Telefe-Tn).-
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