En este sentido, Ramos Ossorio indicó que, de pericias elaboradas por el Cuerpo de Bomberos, se estableció que el incendio fue intencional y provocado por una llama libre, desde el interior de una celda, en el horario posterior al encierro.
Además, el fiscal precisó que se habrían acumulado elementos susceptibles de combustión en el sector de la puerta de acceso que impidieron el rápido ingreso para la asistencia de los reclusos, ya que por el calor, la puerta se hinchó y se trabó.
Por otra parte, fue secuestrado un encendedor que estaba dentro de la celda y, ante la falta de instalaciones eléctricas, fue descartado el origen accidental.
Durante las testimoniales, personal del servicio penitenciario y los restantes reclusos del pabellón coincidieron en señalar que el incendio se produjo dentro de la celda, cuando ya se había dispuesto el encierro, por la noche, en aparente protesta por la suspensión de las visitas y la negativa a otorgar prisiones domiciliarias.
Para este viernes estaba programada una pericia de siniestros en el interior de la celda, que realizará un especialista, acompañado por personal del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), para determinar mayores precisiones sobre la orientación, el lugar de inicio y el modo de desarrollo del fuego.
Ramos Ossorio sostuvo que permanecen en estudio los contenidos de las cámaras del servicio de seguridad, que fueron incautadas el día del siniestro.
El domingo pasado, alrededor de las 21, tres internos del pabellón A, en la planta baja de la Unidad Carcelaria 1, sufrieron quemaduras de consideración en su cuerpo tras un foco ígneo en la celda en la que se encontraban alojados, y debieron ser trasladados al hospital San Bernardo.
Allí, dos de ellos fallecieron, mientras que el tercero quedó internado, en estado reservado.