La Policía trabajó sobre pistas firmes para dar con los responsables del hecho, gracias al aporte de un testigo y de las cámaras de seguridad de la sala de juegos situada enfrente y de otros vecinos. Fue así que el domingo 14 se realizó un allanamiento en una vivienda de calle Alsina, en Urdinarrain, y se detuvo a uno de los sospechosos.
Luego, durante esta semana, se presentó en los Tribunales de Gualeguaychú un joven de 19 años, acompañado de su abogado. Se le tomó declaración de imputado y posteriormente se le dictó el arresto domiciliario, al igual que el primer detenido.
El jueves se emanó un exhorto para la realización de dos allanamientos en Rosario del Tala. La orden estaba dirigida para la casa de un policía de 24 años que cumple funciones en la comisaría de Gilbert y la otra para la casa de su novia.
La orden no tenía el pedido de detención del policía, pero la actitud que tomó obligó su detención. Cuando los uniformados llegaron a la casa y le requirieron que entregara su teléfono celular, el joven policía habría optado por destruirlo. Esto fue una clara acción de obstrucción a la Justicia, de tratar de eliminar una prueba que lo pueda comprometer y por ello se lo trasladó a Gualeguaychú.
El fiscal Facundo Álvarez analiza por estas horas el grado de participación que habría tenido en el hecho, pero en la acusación formal que se realizó ante el Juez de Garantías Guillermo Biré, se consideró que este policía es coautor intelectual o partícipe primario del hecho. Corrió la misma suerte que los demás: se le dictó arresto domiciliario y ayer una comitiva policial lo trasladó a su domicilio en Tala, publicó ElDía.