Los golpes fueron todos en la parte derecha. Uno de ellos en la cabeza, efectuado con la mano abierta, otro con un puño que le dejó el ojo "en compota" como en el boxeo, otro en lado derecho de la cara, uno al menos en la oreja, que quedó como azulada y uno o más golpes en las costillas. Se determinó que no hubo infarto, si bien Romero pudo haber fallecido por el dolor causado por los golpes.
A raíz de este hecho, personal policial de la División Homicidios de Gualeguaychú, realizó un allanamiento en la provincia de Buenos Aires. Se supo que requisaron una vivienda del Barrio San Felipe, de la localidad de Campana, donde secuestraron armas de fuego, dinero en efectivo, documentación, prendas de vestir, teléfonos celulares, un vehículo, entre otros elementos.
Asimismo, detuvieron a un hombre de 33 años.