Alrededor de las 13 del viernes, una pareja de cartoneros revolvía un contenedor de basura en calle Charcas, entre Orsetti y Vicente López, cuando al abrir una bolsa de residuos se encontró con el cuerpo de un bebé.
A los pocos minutos arribó al lugar, ubicado a pocas cuadras del cementerio de Granadero Baigorria, personal del Comando Radioeléctrico, a quienes se sumó posteriormente la fiscal de Homicidios Dolosos de Rosario Georgina Pairola, con apoyo de la Policía de Investigaciones (PDI).
Los cartoneros dijeron que mientras revolvían la basura, notaron que de una bolsa de residuos salía sangre, la abrieron y dentro estaba el cuerpo del bebé sin vida.
"Para mí era un recién nacido, era gordito, era grande, estaba todo formado", señaló Daiana, hija de la vecina a la cual concurrieron los cartoneros para avisarle.
El cuerpo fue derivado al Instituto Médico Legal de Rosario para practicar las primeras pericias. Al respecto, fuentes de Fiscalía informaron que el preinforme de autopsia determinó que el bebé nació fallecido. También indicaron que el nacimiento fue a término y el bebé era un varón que pesaba 3,2 kilos aproximadamente.
