“Cuando llegué a Chile trabajaba de cualquier cosa, hasta que me formé en pastelería y desde entonces vivo de esto. Es un país lindo, que te da cosas, pero siempre extrañe mi ciudad, su paisaje y el cariño”, mencionó al sostener los chilenos “son más fríos y cada uno está en lo suyo”.
César contó que con Nadia vinieron muchas veces a Paraná y a ella siempre le gustó al calidez de la capital entrerriana es por eso que hace muy poco tiempo, unos dos meses, decidieron volver a Paraná e instalarse de manera permanente.
“Es una alegría estar aca, ver tanta naturaleza, poder compartir y sentirse siempre en familia”, valoró.
En tanto, Nadia, contó que “me gusta todo en esta ciudad, su paisaje, la inmensidad del río y que haya tanto verde alrededor. Además, lo mejor de todo es su gente”. “El amor por un hombre me trajo a Paraná y creemos que es una buena decisión: En Santiago tenemos muchos edificios, gente que corre por todas partes y muchísimo asfalto. En cambio, la frescura de Paraná es muy hermosa”, destacó.
Acto seguido, contó que le parece muy amigables algunas palabras y la que más le llamó la atención fue Gurises : “N no sabía que era hasta que me dijeron que se trataba de niños”.