Paraná Salud oftalmológica

Qué es, los factores de riesgo y tratamientos para el desprendimiento de retina

“Es un cuadro de emergencia oftalmológica. Mientras antes se detecte y antes se realiza el tratamiento, mucho mejor”, dijo a Elonce TV el especialista Nicolás Quintana. Detalló los factores de riesgos y otros detalles.
El desprendimiento de retina “es un cuadro oftalmológico en el cual la retina, que es la capa más interna del ojo y que está formada por los receptores de luz se desprende y se separa del resto de las estructuras oculares, lo que puede llevar a lesiones invalidantes a nivel visual y que el paciente sufra en cuanto a eso, lo que genera mucha ansiedad”, explicó a Elonce TV el especialista Nicolás Quintana, quien se desempaña en el Instituto de Ojos Santa Lucía, ubicado en Alameda de la Federación y Santiago del Estero de la capital entrerriana.

Precisó que “el desprendimiento de retina ocurre en una de cada 10.000 personas y es más común después de los 40 años, más que nada en el sexo masculino”.
Dio cuenta de que el más frecuente es el desprendimiento “regmatógeno que se da por una rotura retinal previa que puede darse por distintas situaciones. Por ejemplo, cuando el gel vítreo que rellena el ojo se empieza a licuar como un proceso de envejecimiento, se empieza a contraer y separar de la retina”.

Factores de riesgo
“La miopía es un factor de riesgo. Las personas con miopías mayores a dos o tres dioptrías tienen hasta 10 veces más chances de sufrir estas lesiones que generan un desprendimiento de retina”, manifestó el profesional.
Por otro lado, “tenemos los traumatismos previos, los antecedentes de alguna inflamación crónica intraocular también son factores de riesgo”.

Tratamientos
Quintana aclaró que “el tratamiento va a depender de la progresión del desprendimiento de retina o el estadio en que se diagnostique”.

En un principio, “cuando se detectan las lesiones sin un desprendimiento franco, se puede optar por una triple corona con láser donde se realizan disparos rodeando la lesión en forma de anillos concéntricos. La idea es que genere una cicatriz y que disminuya el riesgo de un desprendimiento de retina”.
Mientras tanto, “en los desprendimientos más avanzados optamos por las cirugías que son de dos tipos: la extraocular o la intraocular”, pudiéndose combinar ambas.

En el caso de la primera, “se coloca por fuera del ojo una banda de silicona o esponja que actúa como un cinturón ejerciendo una presión de afuera hacia adentro facilitando que la retina se pegue nuevamente”.

Por su parte, “la intraocular, desde adentro del ojo se come todo el gel vítreo, se aspira el líquido que generó el desprendimiento y se sellan todas las roturas. Se coloca una sustancia que puede ser aire, gas o aceite que ejerce una función tamponadora, es decir va presionar la retina de adentro hacia afuera para facilitar que se pegue nuevamente”.

Finalmente, puso de relieve que “es un cuadro de emergencia oftalmológica. Mientras antes se detecte y antes se realiza el tratamiento, mucho mejor”.
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