Paraná Un clásico

"Sana costumbre", lluvia y tortas fritas: En busca de la receta perfecta

Día de lluvia y tortas fritas es una combinación que nadie discute. La demanda en este tipo de jornadas, crece, se indicó a Elonce TV desde un puesto de venta. A la receta nos la brindó Rubén.
Los días con lluvia y humedad nos remiten a una clásica imagen en la cocina de casa: los mates con tortas fritas. La pregunta es por qué, en Argentina, elegimos esta combinación los días de mal tiempo. Por qué muchos comercios se inspiran con el olor a tierra mojada y preparan grandes cantidades para vender a los vecinos.

Según el diario El País de Uruguay, el origen de las tortas fritas es alemán, pero se cree que llegaron al Río de la Plata de la mano de inmigrantes españoles y árabes. Estos últimos las llamaban "sopaipilla", que a su vez proviene del germano Suppa y significa "pan mojado en líquido". Los árabes habían tomado esta receta durante su tiempo en Europa y luego el vocablo fue traducido al español como "masa frita".
Según las versiones populares que han trascendido a lo largo de los años, la tradición argentina y uruguaya de hacerlas y comerlas fundamentalmente cuando llueve, se remonta a la época de la colonia: se dice que, antiguamente, las mujeres de la casa recogían el agua de la lluvia y con ella unían la masa.
El secreto de una "rica torta frita"
Elonce TV se acercó a Avenida Ramírez y Van Damme, donde Miriam y Rubén contó cual es el secreto que usan ellos, para que la gente "se agolpe" en su puesto de venta, para pedir tortas fritas.
"El secreto es una buena materia prima. No hay que escatimar en eso; y sumarle amor y pasión por lo que uno hace. Cuando uno le pone eso y respeto por el cliente, sale lo mejor. Yo y cualquiera lo puede hacer", comenzó relatando Rubén.

Con "harina, grasa y agua, sale una rica torta frita. Se le agrega 25 gramos de sal, por kilo de harina, que es lo que se permite por Anmat. Trabajamos con un 70 % de grasa y 30 % de aceite. En lo popular la gente no quiere la torta frita con levadura", dijo.
El hombre confió que "viven de este trabajo, desde hace siete u ocho años. Nos damos el gusto de vivir de lo que nos gusta. Yo era camionero y colectivero, pero tengo problemas de columna y de corazón. No me dan el carnet por problemas de salud, y sé que es lo correcto. MI pareja, tenía una peluquería, por veinte años, pero un problema de salud grave en sus ojos. Por esto, empezamos este emprendimiento. Afortunadamente podemos vivir de esto, si bien no nos sobra, como a todos. Cuando parecía que se nos cerraban las puertas, empezamos con esto y lo hacemos con mucha alegría".

Mencionó que cuentan con "habilitación municipal, pagamos impuestos, monotributo, nos realizan los controles de Bromatología. Estamos con todo lo que se necesita". Elonce.com.
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