Video:
El nieto cerró el comercio que abrió su abuelo: La tristeza de tres generaciones
"Hace dos años y medio, cuando apenas cambió el gobierno, comenzaron a bajar las ventas, a tal punto que llegué a mantener el negocio, durante diez años, solo con las reparaciones. Los números no me daban, y decidí cerrar el negocio", confirmó a Elonce TV, Eduardo Gobatto, quien hasta hace unas semanas atrás, estaba al frente de un negocio que más de tres generaciones en el rubro.
El local, según las estimaciones de su tercer dueño, tiene más de 70 años. "Debe tener la edad de mi papá porque él era chiquito cuando mi abuelo lo abrió. Son tres generaciones que hoy terminaron", lamentó Gobatto.
"Mi abuelo, en aquella época, importaba lo que se podía. Supongo que él la habrá pasado mal cuando era difícil tener un negocio", estimó, al tiempo que subrayó: "Había mucho despecho social hacia los comerciantes porque eran vistos como empresarios, y no se sabe que detrás de ese negocio hay una familia entera trabajando".
Gobatto tercera generación
"Las máquinas de coser ya no se saben usar, solo se utilizan las mesas para colocarle un vidrio y que quede linda", indicó el comerciante.Al cambio de costumbres, se suma la caída de la industria textil. "La máquina de coser de hoy día tiene una vida útil de diez años, y después hay que cambiarla, porque el mismo material, plástico o teflón, se deteriora con el paso de los años", comentó al respecto.
Gobatto reveló que una máquina familiar ronda los seis mil pesos, pero según aseguró, "su calidad es nada que ver con la de nuestros abuelos".
Disponemos de las mejores marcas del mercado tales como: Singer, Godeco, Remington, Toyota, Necchi y Janome", pudo conocer Elonce.
Si bien en el local ubicado sobre Avenida de Las Américas al 2800 no pagaba alquiler, el comerciante aseguró que la crisis económica, el aumento de impuestos y servicios, además de la caída de la industria textil y el cambio generacional, fueron un coctel explosivo para el comercio.
"Por los impuestos teníamos que agregar un 53% para que nos quede ente 5 y 10% de ganancias que se iban en luz, cambio de focos, pintura, aunque el negocio está bastante dejado porque ya no daba más", explicó.
En esa línea, Gobatto comentó que tiene una deuda con su contador, la que ya supera los dos años. "Y aun sabiendo que le voy a abonar sin pereza, me pasó la deuda a precio dólar... así que ya veremos cómo se paga", indicó.
Reinventarse
"Seguimos importando maquinas industriales, pero como todos ya sabemos, la industria textil está muy en pausa y hay poca cultura de trabajo, otro punto negativo que tenemos a nivel país", apuntó el comerciante."Quizás cuando esto mejore, se reabrirá... Dios dirá. Hoy estamos en pausa viendo qué se hace porque no vamos a bajar los brazos. Vamos a tratar de aguantar esta situación y algún día veremos si volvemos a abrir", estimó.
"Hay muchas ayudas sociales pero al comercio, lamentablemente se lo ve como un monstruo caníbal que arrasa con todo, y no es así. Hay familias enteras que quedan sin laburo", remarcó.
Sin dejar de bajar los brazos, el comerciante, que según dijo acostumbra a "lucharla día a día", adelantó a Elonce TV que, "nos dedicaremos a otra cosa, inventaremos otro rubro que funcione".
